Rosa Bueno: Elecciones y desarrollo

En el último editorial señalamos que las elecciones regionales y municipales constituían una nueva oportunidad para que los peruanos elijamos autoridades idóneas. Sin embargo, la realidad nos demuestra que mientras no haya un cambio en las normas que regulan los partidos políticos y las elecciones, los peruanos seguiremos condenados a elegir entre el malo y el menos malo. Es mandatorio trabajar en una política de fortalecimiento de la democracia en la que se revisen los temas mencionados.  Por ello, desde la CCL renovamos nuestro compromiso de trabajar en ese sentido. Los peruanos merecemos un mejor menú electoral y, por ende, elegir y tener mejores autoridades.

 

En democracia, los partidos políticos permiten o debieran permitir, a través de elecciones internas, llevar a los mejores. En las últimas elecciones municipales y regionales esto no ha ocurrido. Los candidatos presentados por los partidos políticos no han gozado mayoritariamente de la preferencia ciudadana. De los 17 gobernadores regionales virtualmente elegidos, 10 provienen de movimientos regionales. Los resultados corroboran la tendencia que preocupa desde hace un tiempo a los politólogos: la democracia peruana es frágil y los ciudadanos cada día respaldan menos a los partidos políticos tradicionales. Hay expectativa por el desempeño de los gobernadores regionales provenientes de movimientos locales.  Tal es el caso del virtual gobernador de Arequipa quien tiene un doctorado en Ciencias Empresariales o el de Ancash que es Contador Público con maestría en Ciencias Políticas y no registra antecedentes o el de Puno, Richard Huancco que es abogado de profesión y tampoco registra antecedentes.

 

En nuestro análisis preliminar de las elecciones, estamos poniendo atención en aquellas autoridades municipales y regionales que tienen en sus manos el desarrollo de importantes proyectos y/o sectores económicos.

 

El desarrollo de importantes parques industriales en Lima, como son el de Lomas de Carabayllo, El asesor de Ate, Huaycan de Ate, Villa María del Triunfo, Villa el Salvador e Infantas en Los Olivos, dependerá mayormente de los alcaldes distritales virtualmente elegidos; Wilmer Valverde, Juan Dupuy, Myriam Ludeña, Luis Mozo y Luis Felipe Castillo, los cuales coincidentemente son del partido Podemos Perú, cuyo líder tiene fuertes cuestionamientos de integridad.

 

En el caso de la operación minera de Las Bambas, tres de los cuatro distritos de su zona de influencia pasarán a manos de Perú Libre, partido político cercano al gobierno central. Como hemos podido observar, el gobierno pese a sus declaraciones públicas en favor de la minería, en la práctica hace todo lo contrario.  La municipalidad de Challhuahuacho, por ejemplo, tiene un presupuesto anual de S/ 231 millones. Si no ejecuta adecuadamente este presupuesto en favor de la población y más bien apuesta por exacerbar los ánimos contra la inversión, impedirá el desarrollo tan importante proyecto para el país.

 

Especial atención merece el corredor eléctrico. El 83% de la energía nacional es generada en 4 regiones: Lima, Junín, Callao y Huancavelica. Sin electricidad se dificulta la actividad industrial, el comercio o cualquier actividad económica. En estas regiones es probable que las gobernaturas queden a cargo de movimientos locales. Estos gobernadores tienen el reto de dar sostenibilidad a este sector. Sin embargo, poco o nada hemos escuchado de sus planes de mejorar las vías de transporte terrestre, la seguridad ciudadana y de cómo van a incentivar el desarrollo de las industrias y servicios asociados a la producción de energía eléctrica.

 

Otro corredor que nos obliga a mirar con detenimiento la labor de las autoridades es el agroexportador, actividad que se concentra en La Libertad, Lima e Ica. Las tres regiones representaron el 82% de las exportaciones del sector en el 2021. En el caso de La Libertad las expectativas son altas. La región se encuentra en manos del líder de Alianza para el Progreso y excandidato a la presidencia de la República, César Acuña, quien además cuenta con una importante bancada en el Parlamento, pero poco o nada hemos escuchado de su plan agroexportador.

 

En las nuevas autoridades, vengan de movimientos locales o partidos tradicionales, recae la responsabilidad de lograr progreso en las regiones y municipios señalados. No hay tiempo para titubeos e indecisiones. Es nuestro deber mantener una adecuada vigilancia de sus gestiones y pedir el rendimiento de cuentas correspondiente. Nuestro voto es un derecho, pero también nos obliga a elegir adecuadamente, exigir resultados y lo más importante tener en cuenta el desempeño de las autoridades elegidas. Es importante que en la siguiente elección premiemos a los buenos y descartemos a los malos, el desarrollo de nuestro país así lo exige.