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Rocío Ames: ¿Cómo construir relaciones laborales más sólidas en pandemia?

Muchas empresas cuentan con un programa de on boarding, que facilita el acercamiento de los nuevos talentos a la cultura, la historia y los colaboradores de la organización. Así, pueden familiarizarse más rápido con su “nueva casa”.

 

Para la empresa, es clave mantener esta buena práctica, a fin de asegurar que aquel primer momento de interacción mantenga la calidez y la cercanía que son claves al iniciar un nuevo trabajo.

 

No obstante, en los tiempos actuales, donde toda la interacción se produce en el ámbito virtual, este primer contacto puede generar cierto temor, estrés e incluso ansiedad en quienes inician un vínculo laboral, y en donde la integración es un componente importante de la convivencia en el trabajo. En este escenario, es necesario preguntarnos: ¿cómo ser parte del grupo sin estar con el grupo?.

 

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Experiencias positivas

 

El ser humano es gregario, es decir, necesita interactuar con otras personas por un tema de supervivencia y por la colaboración que permite la convivencia.

 

En estas circunstancias, el mayor error es creer que solo trabajar nos hará parte de un grupo y que lo más importante es dar resultados y pronto. Es indudable que para eso nos contratan, pero no nos convertirá en parte de un equipo.

 

En tiempos de pospandemia, existen conductas que son necesarias adoptar para que la nueva relación laboral sea sólida y cómoda de ambos lados.

 

Es vital tener presente los siguientes aspectos, para que la experiencia de un cambio laboral en esta situación sea enriquecedora, grata y se mantenga como esa oportunidad que conscientemente creemos fue la mejor decisión profesional.

 

1. Construirla y transmitirla

 

Es un compromiso de ambos lados, para que nuestros nuevos jefes y compañeros sepan que somos confiables en el cumplimiento de las tareas. Llegamos a la empresa con un bagaje de experiencia y es importante que esta no solo nos avale, sino que sea conocida en nuestro entorno cercano. Comparta la suya e interésese por la de cada miembro del equipo.

 

2. Conexión

 

No me refiero a la tecnológica, que siempre es necesario cuidar, sino a la que se asocia a la interacción con las otras personas. Es poco común ingresar a una reunión, en cualquier plataforma, y ver a las personas, cuando eso debería ser la norma.

 

Este sencillo acto de abrir la cámara genera cercanía y transmite seguridad en mostrarse, además de demostrar amabilidad y respeto hacia los interlocutores,porque la atención que les brinda es la mayor muestra del interés en conocerlos.

 

3. Comunicación

 

Identifique con cada miembro del equipo qué canal o medio se adecua mejor a sus tiempos y costumbres. Algunos prefieren no invadir espacios privados de WhatsApp. Para otros teams, es la herramienta por usar para el equipo.

 

La aplicación Trello, para monitorear los pendientes, también es de ayuda. Infórmese sobre cuál es la herramienta que usa el equipo y comparta las que ya conozcan, si cree que serán de ayuda, más aún si su nuevo equipo es menos tecnológico que usted. De pronto, su contribución es ayudar a facilitar el seguimiento de las tareas.

 

4. Humanice la relación

 

Comparta y, mejor aún,desarrolle espacios de interacción con sus compañeros, para conocerlos y que lo conozcan. Un café o almuerzo virtual es una experiencia distinta, pero válida, hasta que pueda hacerlo de forma presencial. No espere a conocerlos en persona.

 

5. Respete los tiempos

 

La puntualidad es vital en un trabajo virtual y puede convertirse en uno de los atributos más importantes de su marca personal. Ser conciso, directo y claro en las reuniones permite optimizar los tiempos de todos.

 

Recuerde que en el trabajo remoto se reparte el tiempo, a veces, con otras obligaciones en casa y la consideración hacia sus nuevos compañeros es una muestra importante de respeto.

 

En una nueva relación laboral, la integración a un grupo humano no depende de manera exclusiva del ámbito on/off en el que nos desarrollemos.

 

Siempre se trata del contacto humano, de querer conocer a las personas, sus experiencias y expectativas, y de construir relaciones duraderas, en el mejor de los casos.