Resiliencia financiera: estrategias claves para mipymes en tiempos de crisis
En un escenario marcado por la incertidumbre económica y los efectos de la guerra comercial desatada por los aranceles impuestos por la administración Trump a nivel global, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) enfrentan el desafío de adaptarse rápidamente a cambios constantes para garantizar su supervivencia y crecimiento.
En este contexto, la resiliencia financiera y operativa se convierten en pilares esenciales. Un riguroso control de costos, la diversificación de ingresos y el acceso a asesoramiento experto son herramientas claves para navegar en este entorno desafiante.
Para el jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Óscar Chávez, las mipymes deben enfocarse en mejorar su eficiencia y adaptabilidad para enfrentar los retos derivados de la incertidumbre económica, los cambios en aranceles y la competencia externa, reorientando estrategias para minimizar riesgos y aprovechar posibles oportunidades en mercados internacionales.
Además, las más vulnerables son aquellas dedicadas a la exportación que tienen como único o principal mercado de destino a EE. UU. Estas mipymes se encuentran en sectores como el Agropecuario, Textil y Confecciones y Metalurgia.
“En el 2024 el mercado norteamericano captó el 32 % de las exportaciones no tradicionales totales”, dijo.
En ese sentido, Chávez mencionó que para enfrentar un arancel del 10 %, las empresas deben generar los ingresos, contener egresos y optimizar la rentabilidad. Si esta se ve afectada, es clave mejorar la eficiencia, reducir costos y considerar la diversificación de mercados a mediano plazo. Además, reducir el costo financiero de alguna deuda puede liberar flujo de caja.
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Información clave: la base para decisiones estratégicas
Según el jefe de IEDEP, el punto de partida es mantenerse informado de lo que viene ocurriendo en el entorno económico mundial y nacional para tener en claro las variables que afectan el negocio y conocer la tendencia y las políticas que se van aplicando alrededor de ellas.
Un segundo aspecto, señala, es la información interna propia del negocio, de aquellos indicadores que son sensibles a las variables claves. Pueden ser las ventas, costos operativos, margen de rentabilidad, gastos financieros, inventarios, etc. Este seguimiento, afirma Chávez, permite anticipar escenarios y tomar decisiones oportunas para proteger la rentabilidad y la continuidad del negocio.
No toda crisis trae desgracias
De acuerdo con el gerente de Microfinanzas en Equifax -Infocorp, Germán Manrique, en el caso de las micro y pequeñas empresas, es crucial adoptar buenas prácticas de educación financiera, el ahorro debe verse como un fondo de previsión clave para enfrentar escenarios adversos. Sin embargo, solo 4 de cada 10 peruanos tienen estos hábitos, lo que evidencia la necesidad de fomentar esta práctica para garantizar la sostenibilidad de los negocios.
Ante esto, mencionó que los pequeños y medianos empresarios deben adoptar la planificación financiera como una regla fundamental en la gestión de sus negocios. Esto incluye contar con seguros que permitan identificar y gestionar riesgos, diferenciando entre riesgos inminentes, directamente relacionados con la operación del negocio, y riesgos residuales, aquellos que están fuera de su control.
Como ejemplo, presentó la regla del “50-30-10-10”, un enfoque práctico para gestionar los ingresos, tanto personales como empresariales.
“Se recomienda destinar el 50 % a gastos esenciales, como operación o necesidades básicas; un 30 % a gastos financieros, sin excederse de ese límite; un 10 % al ahorro, incluyendo seguros; y el otro 10 % a recreación y ocio, porque disfrutar de los logros también es importante”, precisó.
“El modelo de crecimiento en el Perú se basa principalmente en la demanda interna, es decir, el consumo interno es el motor que impulsa la economía y actúa como su principal indicador. Este consumo es liderado por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que representan cerca del 98 % de la base económica del país”, acotó.
¿En tiempo de crisis es bueno cambiar de negocio?
Según Manrique, reinventarse en nuevos nichos de mercado requiere asesoría adecuada y una estrategia que minimice los riesgos de inversión. No siempre implica cambiar completamente de sector, sino redirigir recursos de forma estratégica.
“En el Perú, la mayoría de los emprendedores posee un conocimiento práctico sobre cuándo ajustar su modelo de negocio, reducir ventas o incluso cambiar de rubro. Sin embargo, existe una marcada carencia en formación empresarial, especialmente en herramientas de administración y dirección estratégica”, expresó.
Además, precisó que la Cámara de Comercio de Lima, desempeña un rol clave al promover la transparencia, capacitar a los empresarios y brindar herramientas para un análisis más profundo de los mercados.
Este enfoque permite tomar decisiones financieras estratégicas, orientadas a nichos rentables. “Es crucial que los empresarios no solo consideren el mercado local, sino también exploren oportunidades internacionales”.
Como puede verse, en tiempos de incertidumbre económica, la resiliencia financiera se convierte en un factor determinante para la supervivencia y el crecimiento de las mipymes. Adoptar estrategias como la optimización de costos, la diversificación de ingresos y la planificación financiera no solo permite enfrentar los retos inmediatos, sino que también prepara a las empresas para aprovechar oportunidades a largo plazo.
Es esencial que los empresarios mantengan una visión estratégica, se mantengan bien informados sobre las tendencias del mercado y busquen asesoría para tomar decisiones acertadas. De esta manera, las mipymes pueden convertir las adversidades en una plataforma para fortalecer su posición y asegurar un futuro más sólido.
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