Remesas a América Latina crecieron 25,3% sumando US$ 131.000 millones

Los flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe aumentaron a US$ 131.000 millones en 2021, lo cual representa un incremento del 25,3% con respecto a 2020, a causa de la fuerte recuperación del empleo de los trabajadores extranjeros en Estados Unidos, afirmó el Banco Mundial.

 

Entre los países que registraron tasas de crecimiento de dos dígitos se encuentran Guatemala (35%), Ecuador (31%), Honduras (29%), México (25%), El Salvador (26%), República Dominicana (26%), Colombia (24%), Haití (21%) y Nicaragua (16%).

 

Los flujos registrados hacia México incluyen fondos que recibieron los migrantes en tránsito provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Venezuela, Cuba y otros países, según la última edición de la Reseña sobre migración y desarrollo del Banco Mundial.

 

El organismo estima que las remesas hacia América Latina crecerán un 9,1% en el 2022, aunque persisten los riesgos de deterioro.

 

Las remesas son importantes como fuente de divisas para muchos países, donde estos flujos representan al menos el 20% del PBI, como en El Salvador, Honduras, Jamaica y Haití.

 

En general, el costo medio para enviar US$ 200 a la región se mantuvo en 5,6% durante el cuarto trimestre de 2021, sin cambios en comparación con el porcentaje registrado un año antes.

 

Remesas a nivel mundial

 

Se prevé que los flujos de remesas registrados oficialmente con destino a los países de ingreso bajo y mediano aumentarán un 4,2% este año, hasta llegar a los US$ 630.000 millones. Esto ocurre luego de una recuperación casi récord de 8,6.% en 2021, publicada por el Banco Mundial.

 

Se espera que las remesas hacia Ucrania, el mayor receptor de Europa y Asia central, aumenten más del 20% en 2022. Sin embargo, los flujos de remesas a muchos países de Asia central, cuya fuente principal es Rusia, caerán de manera drástica.

 

Estas disminuciones, combinadas con el aumento en los precios de los alimentos, los fertilizantes y el petróleo, pueden generar un incremento en el riesgo para la seguridad alimentaria y exacerbar la pobreza en muchos de estos países.

 

“La invasión rusa de Ucrania desató una crisis humanitaria, de migración y de refugiados a gran escala y generó riesgos para una economía mundial que aún lidia con los efectos de la pandemia de COVID-19”, indicó Michal Rutkowski, director global de la Práctica Global de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.

 

“La prioridad más importante para proteger a las personas contra la amenaza de la inseguridad alimentaria y el aumento de la pobreza consiste en fomentar los programas de protección social tendientes a proteger a los más vulnerables, como los ucranianos y las familias de Asia central, y también a la población afectada por el impacto económico de la guerra”, expresó.

 

Por regiones

 

Durante 2021, los flujos de remesas mostraron un marcado incremento en América Latina y el Caribe (25,3%), África subsahariana (14,1%), Europa y Asia central (7,8%), Oriente Medio y Norte de África (7,6%) y Asia meridional (6,9%).

 

Las remesas con destino a Asia oriental y el Pacífico disminuyeron un 3,3%, aunque si se excluye a China, registraron un aumento del 2,5%. Sin incluir a China, los flujos de remesas constituyen la principal fuente de financiamiento externo de los países de ingreso bajo y mediano desde 2015.

 

Los cinco países que más remesas recibieron en 2021 fueron India, México (que reemplaza a China), China, Filipinas y Egipto. Entre las economías donde los flujos de remesas representan un gran porcentaje del PBI se encuentran el Líbano (54%), Tayikistán (34%), República Kirguisa (33%) y Samoa (32%).

 

“Por un lado, la crisis de Ucrania desvió la atención política mundial de otras regiones en desarrollo y de la migración económica. Por otro lado, reforzó los argumentos en apoyo a las comunidades de destino que experimentan una gran afluencia de inmigrantes”, señaló Dilip Ratha, autor principal del informe sobre migración y remesas y jefe de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD).

 

“Mientras la comunidad mundial se prepara para reunirse en el Foro de Análisis de la Migración Internacional, debería examinarse seriamente la posibilidad de crear un Mecanismo de Financiamiento en Condiciones Concesionarias para la Migración para apoyar a las comunidades de destino. Mediante este mecanismo, también se podría brindar apoyo financiero a las comunidades de origen que experimentan el fenómeno de migración de retorno durante la crisis de la COVID-19”, agregó.