¿Quién fue Ramón Remolina Serrano?
La Cámara de Comercio de Lima tendrá el honor de nuevamente organizar el ‘Premio Anual al Periodismo Ramón Remolina Serrano’, evento que está cumpliendo dos décadas. El certamen periodístico ha sido muy importante para el gremio desde que se instauró en 2004 teniendo el nombre del respetado ingeniero, quién se desempeñó como past president de la CCL entre 1988 y 1990, convirtiéndose en una figura emblemática.
Aprovechando la ocasión. Te contamos detalles inéditos sobre Ramón Remolina Serrano y como se convirtió en una de las mentes más brillantes que ocuparon el máximo cargo dentro de la Cámara de Comercio de Lima.
Ramón Remolina Serrano y su enorme aporte a la CCL
Nacido en la ciudad de Lima, el 31 de agosto de 1913, realizó estudios que lo llevaron a desempeñarse en la carrera de ingeniería civil en la Escuela de Ingenieros del Perú. En 1937, participó en un evento importante: la expedición que realizó el primer cruce del «Boquerón del Padre Abad«, un proyecto que permitió la interconexión vial del Pacífico con el Atlántico por la región central. Entre sus demás aportes, estuvo involucrado en distintos proyectos de ingeniería civil nacional, como los trabajos de interconexión vial en Tingo María, el Huallaga y Pucallpa; además, fue ingeniero del Servicio de Caminos del Ministerio de Fomento. Todo ello le valió el reconocimiento de la Asociación Peruana de Caminos, que le otorgó el título de Presidente Emérito.
Sus contribuciones como pensador económico lo llevaron a tener un espacio como columnista en periódicos de prestigio como el diario «El Comercio«, además de ser nombrado ingeniero emérito por el Colegio de Ingenieros del Perú. También fue catedrático de la Universidad Católica. De igual forma, se desempeñó como miembro de los directorios de los Bancos de Crédito y Central Hipotecario, así como del directorio de la firma Productora de Alambres y Derivados S.A. Cuando fue elegido presidente de la CCL en 1988, la revista de la institución le dedicó unas palabras emotivas: «El ingeniero Remolina es muy estimado y respetado como experto en temas económicos y financieros, actividad a la que ha dedicado con mucha pasión gran parte de su vida, aunque él es ingeniero civil«, se lee en los registros.
Ese mismo año fue galardonado con el «Armco Iron Man«, una estatuilla de acero que reproduce la figura de un obrero fundidor de metales, siendo el primer latinoamericano en recibir tal premio. Durante su reelección para el periodo 1989-1990, los archivos de la CCL mencionan que el ingeniero Remolina fue muy ovacionado por los miembros del Comité Ejecutivo, al considerarse que su reelección era acertada gracias a la importante labor representativa que desempeñó y a su consolidado prestigio como experto en asuntos económicos.
Cuando le tocó ceder la batuta al ingeniero Juan A. Lira Villanueva, la Cámara de Comercio de Lima hizo un repaso sobre los logros que había conseguido en su gestión: «Supo imprimirle a nuestra centenaria institución un dinamismo y empuje notables, siempre orientados a la promoción y defensa de los intereses del sector empresarial, pero pensando en función de los altos intereses nacionales». Asimismo, se hizo hincapié en cómo el ingeniero cultivó una relación cordial con los medios de comunicación social, lo cual ayudó a la imagen institucional de la CCL.
Una vez concluido su mandato, los homenajes no cesaron, y recibió una distinción por parte del Comité de Importadores de Productos Químicos al haber aportado alternativas serias para la solución de problemas nacionales. El ingeniero falleció en 1992, pero su contribución a la CCL aún se mantiene vigente.
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