¿Qué esperaban los jóvenes del mensaje de 28 de julio?
Por: Meyby Gabriela Terán Guevara
Universidad San Ignacio de Loyola / Carrera Derecho
A pocas semanas del 28 de julio, la presidenta del Perú, Dina Boluarte, señala que el próximo mensaje a la nación será un ‘’llamado a la unidad y a la confianza’’. Pero ¿qué es lo que nuestra generación espera realmente? Cada año, el presidente debe brindar una declaratoria que exponga la situación del país y las mejoras que considere realizar. En un periodo plagado de casos de corrupción y actos antiéticos, en el que como jóvenes es imposible que la desesperanza y resignación no toque a nuestras puertas, lo que esperamos como generación, más allá de un mensaje de unidad y confianza, es un discurso con planes de acción claros y con un abordaje ético.
Hace poco leía una nota periodística realizada al Sr. Hernán Lanzara, presidente de la Comisión de Integridad y Lucha Contra la Corrupción de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), en la cual señalaba que, tan solo en 2023, los actos de corrupción de organismos e instituciones estatales generaron S/ 24 millones de pérdidas para el país, y que con dicho dinero se pudieron construir 50 hospitales. Ello no es solo alarmante, sino que representa la megamagnitud del problema de la corrupción y su impacto directo en el bienestar de la población. Por ende, esperamos que el próximo mensaje a la nación incluya principalmente una mención al abordaje de la corrupción y de la ética.
La corrupción es una problemática que destroza la confianza en las instituciones estatales e impide el desarrollo adecuado de nuestro país. Tomando en cuenta todos los actos de corrupción revelados en lo que va del año de legislatura de la presidenta, deseamos que el próximo mensaje incluya compromisos claros y acciones concretas que el Estado tomará para combatir la corrupción en todos los niveles de gobierno.
Consideramos necesario que se demuestre un compromiso firme en la implementación de políticas de integridad y de fortalecimiento de los mecanismos ya existentes de control y supervisión. Como se señalaba en el párrafo anterior, existió una pérdida de S/ 24 millones debido a la corrupción, tan solo el año pasado, y ello es un claro ejemplo de cómo los recursos que deberían utilizarse a mejorar la vida de los ciudadanos son desviados y se pierden. Tal y como se mencionaba, con dicha cantidad de dinero se podrían haber construido 50 hospitales, lo que significa que se pudo impactar positiva y grandemente en el acceso a la salud. Las pérdidas de este tipo afectan de manera directa a la calidad de vida de la población y minan el desarrollo social y económico de nuestro país.
Asimismo, esperamos que la presidenta mencione la formación de valores éticos y cívicos, ya que es esencial para combatir la problemática, incluyendo que en el sistema educativo se inicien programas robustos que instruyan sobre la importancia de la honestidad, responsabilidad y transparencia, ya que solo así se formarán ciudadanos comprometidos con el bien común y líderes que guíen al país más justa y equitativamente.
Por: Luis Gean Carlo Sarmiento Zamora
Universidad Tecnológica del Perú / Carrera Derecho
El próximo mensaje a la nación de la presidenta Dina Boluarte ha generado grandes expectativas entre nosotros los jóvenes, una generación que ha crecido en un contexto de rápidos cambios sociales, políticos y tecnológicos. Este discurso no es solo una oportunidad para delinear políticas y objetivos gubernamentales, sino también un momento clave para conectar con las preocupaciones y aspiraciones de una población joven que busca ser escuchada y representada.
En primer lugar, mi generación espera que la presidenta Boluarte aborde de manera clara y concreta el tema del empleo juvenil. La tasa de desempleo entre los jóvenes en el Perú es alarmantemente alta, y muchos se enfrentan a la precariedad laboral, incluso aquellos con títulos universitarios. Necesitamos políticas que promuevan la creación de empleos de calidad y programas de capacitación que nos preparen para un mercado laboral en constante evolución.
Además, es crucial que el discurso incluya medidas para mejorar el acceso a la educación. La pandemia de covid-19 reveló las profundas desigualdades en el sistema educativo, con muchos estudiantes que no pudieron acceder a la educación virtual debido a la falta de recursos tecnológicos. Esperamos que la presidenta presente planes para invertir en infraestructura educativa, así como en programas de becas y apoyo financiero para estudiantes de bajos recursos.
Otro aspecto fundamental es la salud mental. La pandemia también ha tenido un impacto significativo en el bienestar emocional de los jóvenes. La ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental han aumentado considerablemente. Esperamos que la presidenta Boluarte reconozca esta crisis y proponga políticas para mejorar el acceso a servicios de salud mental, incluyendo la capacitación de profesionales y la creación de espacios seguros para aquellos que buscan ayuda.
La lucha contra la corrupción es otro tema que no puede ser ignorado. Mi generación está cansada de ver cómo la corrupción ha socavado las instituciones y la confianza en el Gobierno. Necesitamos un compromiso firme y acciones concretas para combatir la corrupción en todos los niveles, y esperamos que la presidenta Boluarte aborde este problema con determinación y transparencia.
En cuanto al medioambiente, la juventud es muy consciente de los desafíos que plantea el cambio climático. Queremos ver políticas que promuevan la sostenibilidad y la protección de nuestros recursos naturales. Esperamos que la presidenta presente planes para fomentar la energía renovable, reducir la deforestación y proteger la biodiversidad de nuestro país.
Finalmente, mi generación espera un mensaje que promueva la inclusión y la igualdad. El Perú es un país diverso, con una rica mezcla de culturas y tradiciones. Es fundamental que el discurso de la presidenta Boluarte refleje este aspecto y abogue por políticas que promuevan la igualdad de género, los derechos de las comunidades indígenas y afroperuanas, y la inclusión de todas las minorías.
En conclusión, el próximo mensaje a la nación de la presidenta Dina Boluarte es una oportunidad para que nuestra generación vea reflejadas sus preocupaciones y aspiraciones. Esperamos un discurso que no solo aborde los problemas inmediatos, sino que también ofrezca una visión a largo plazo para un Perú más justo, equitativo y próspero. Estamos atentos y deseosos de escuchar propuestas concretas que impulsen el cambio y el progreso en nuestro país.