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Proyectos de masificación del gas natural contribuirán a disminuir su precio para los hogares

Los precios de la energía se vienen incrementando no solo en Europa sino también en Asia y América Latina, lo que terminaría afectando la capacidad de gasto de los hogares y desaceleraría la recuperación de la economía post pandemia.

 

Dicho incremento se debe a la tendencia que se viene dando desde hace unos años con menores inversiones en combustibles fósiles en la dirección de frenar el cambio climático, lo que viene limitando la oferta mundial. A ello se suma  la reactivación en el producto de las economías, lo que eleva el consumo energético.

 

Contexto internacional

 

Entre los años 2015 y 2019, el gas natural se mantuvo como la tercera fuente de energía más importante a nivel mundial, detrás del petróleo y el carbón. Sin embargo, fue la segunda con mayor crecimiento promedio (+3%), después de las energías renovables (+13%).

 

En 2020 destacaron como principales productores Estados Unidos, con el 23,7% del mercado global, Rusia (16,6%), Irán (6,5%), Qatar (5%), Canadá (4,4%) y China (4,3%), países que en conjunto representaron el 60% de la producción mundial.

 

En Europa, Alemania, Italia, Países Bajos, Francia y Reino Unido son importadores netos de gas natural a través de gasoductos, siendo Rusia uno de sus principales proveedores, lo cual convierte a este mercado también en un asunto geopolítico.

 

El problema más reciente ha sido la objeción de Estados Unidos a la operación del flamante gasoducto Nord Stream 2 que conectará Rusia con Alemania y Europa central y del Este a través de 1.200 km por el Mar Báltico.

 

 

Contexto local

 

Las reservas probadas, posibles y probables de gas natural en el Perú en el 2020 ascendieron a 13,2 trillones de pies cúbicos de gas natural, por encima de Colombia y México, pero por debajo de Brasil y Argentina. De esta manera, se estima que nuestro país podría cubrir la demanda interna por los próximos 24 años.

 

La producción fiscalizada de gas natural en el Perú en el 2019 ascendió a 1.299 millones de pies cúbicos diarios (MMPCD), de los cuales 1.237 MMPCD se produjeron en Camisea (Lotes 56, 57 y 88), 11 MMPCD en Aguaytía (Lote 31C), 33 MMPCD en Talara (lotes X y XIII) y 18 MMPCD en otros lotes.

 

El consumo de gas natural en el país en ese mismo año fue de 1.213 MMPCD, de los cuales 676 MMPCD corresponden al mercado interno (411 MMPCD para generación eléctrica, 160 MMPCD para la industria, 84 MMPCD para estaciones de GNV y 21 MMPCD para residencias y comercios) y 537 MMPCD corresponden al mercado externo (exportaciones).

 

GLP al alza

 

Entre enero y noviembre de este año, el precio al consumidor del gas licuado de petróleo (GLP) doméstico subió 39,2% en Perú. Ante tal coyuntura, en setiembre, el Gobierno incorporó al GLP doméstico al Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, medida que fue criticada por ser una solución temporal al no blindar al país de la volatilidad de los precios internacionales, además de constituir un subsidio generalizado que no discrimina entre ricos y pobres, y por comprometer recursos públicos escasos en el contexto de la pandemia.

 

Como vía de solución se ha propuesto virar hacia el gas natural, que, como su nombre lo indica, es un combustible en “estado natural” originado a partir de la descomposición de animales y vegetales bajo la temperatura y presión de la tierra. Entre las principales razones están la seguridad, pues, en caso de fuga, se disipa rápidamente, además de ser eco amigable, pues puede reducir hasta cuatro veces las emisiones de monóxido de carbono.

 

Otra de las razones es la economía, pues aquellos hogares que lo utilizan pueden ahorrar en su gasto mensual hasta un 70% en comparación con el uso de electricidad y hasta un 30% en comparación con el balón de GLP. En ese sentido, es importante analizar los avances en la masificación del gas natural como alternativa al balón de GLP. Para ello, se utilizará información de dos estudios publicados en 2021: La industria del gas natural en el Perú (Osinergmin) y el Informe del sector gas natural en el Perú (Promigas Perú).

 

Masificación de gas natural

 

La cadena de valor del gas natural comprende la extracción procesamiento, transporte y distribución. Sobre esta última existen seis concesiones de distribución de gas natural por red de ductos (autofinanciadas) que atienden a 11 regiones del país. Se estima que en 2020 los usuarios con gas natural representaron apenas el 12% del total de viviendas peruanas; mientras que, según cifras al año 2019, la cobertura en Colombia ascendía al 71% y en Argentina al 67%.

 

La distribución en Lima y Callao se concesionó en el año 2000 por un plazo de 33 años a la empresa Cálidda S.A. Sus planes de inversión para el periodo 2018-2022 ascienden a US$ 472,7 millones y a setiembre de 2021 cuenta con 1´225.948 de clientes, de los cuales 1´224.907 son residenciales y comerciales, 727 son industriales, 287 son estaciones de GNV y 27 son generadores eléctricos.

 

 

La distribución en Ica se adjudicó en el año 2008 por un plazo de 30 años a la empresa Contugas S.A.C. quien deberá atender a las ciudades de Chincha, Pisco, Ica, Nasca y Marcona. La inversión estimada asciende a US$ 325,5 millones y su propuesta fue conectar a 50.000 consumidores de la categoría residencial en el periodo 2015-2020, superando su cometido, pues sus clientes están por encima de los 60.000.

 

De otro lado, la distribución en Lambayeque, La Libertad, Áncash y Cajamarca se concesionó en 2013 por un periodo de 21 años a la empresa Quavii S.A.C., la que deberá atender las conexiones en las ciudades de Trujillo, Chiclayo, Lambayeque, Pacasmayo, Chimbote, Cajamarca y Huaraz. La inversión estimada asciende a US$ 62,3 millones y su propuesta fue conectar a 150.137 consumidores en el periodo 2018-2022, alcanzando 97.059 clientes a junio de 2020.

 

A su vez, la distribución en Arequipa, Moquegua y Tacna se adjudicó en el año 2014 por un periodo de 21 años a la empresa Naturgy S.A., la que, con una inversión estimada en US$ 26 millones, se comprometió a conectar a 64.000 usuarios residenciales en el periodo 2018-2024 alcanzando 12.321 a junio de 2020. Sin embargo, en diciembre de 2020 se dispuso la caducidad del contrato de concesión, encargándose por tres años la administración provisional de la concesión a Petroperú.

 

La distribución en Tumbes se concesionó en 2019 por un periodo de 20 años a la empresa Gas Natural de Tumbes S.A.C., la que, con una inversión estimada en US$ 25 millones, se comprometió a conectar a 16.578 clientes residenciales en las ciudades de Tumbes, Corrales, La Cruz y Zarumilla durante el periodo 2022-2030. A la fecha los ductos están en etapa constructiva.

 

Finalmente, la distribución en Piura se adjudicó en 2019 a solicitud de parte por un periodo de 32 años a la empresa Gases del Norte del Perú S.A.C., la que, con una inversión estimada en US$ 159 millones, se comprometió a conectar a 64.000 clientes residenciales durante el periodo 2022-2030. A la fecha, los ductos están en etapa constructiva.

 

Recomendaciones

 

Proinversión, en su condición de organismo promotor de la inversión privada, tiene pendiente la adjudicación del proyecto de masificación del uso de gas natural en las regiones de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Cusco, Puno y Ucayali valorizado en US$ 200 millones. En paralelo, dicho organismo debe continuar con la maduración del proyecto SIT-GAS (ex Gasoducto Sur Peruano) estimado en US$ 3.942 millones, cuyos beneficios también redundarán en la economía de los hogares.

 

El Ejecutivo debe continuar viabilizando la masificación del gas natural a través de programas de masificación como el Mecanismo de Promoción y el Bonogas. En ese sentido, se espera que el Gobierno haga un análisis técnico a través de la Comisión Multisectorial creada a inicios de octubre para estudiar la masificación del gas natural y no politice el asunto.