Perú perdería grado de inversión por medidas populistas
Hace unas semanas, la agencia calificadora Standard & Poor’s Global Ratings (S&P) redujo la calificación de riesgo soberano del Perú quedando a dos pasos de perder su grado de inversión. No obstante, desde aquella vez han sucedido una serie de hechos por parte de los poderes Ejecutivo y Legislativo que han creado inestabilidad política y económica. En ese andar, ¿qué tan cerca está nuestro país de perder este grado de inversión?
Para el exministro de Economía, David Tuesta, si bien es difícil tener certezas de momentos y tiempos, es claro que, si la situación de inestabilidad política y económica continúa, en cualquier momento esto sucederá fundamentalmente porque se están deteriorando gran parte de los fundamentos de la economía de mercado y la sostenibilidad fiscal.
“Si bien en el corto plazo tenemos recursos para financiarlo gracias a los ingresos que tenemos por la minería, estas ganancias son temporales y en algún momento se van a reducir y, seguramente, en los próximos años nos vamos a quedar con un forado que se va tener que cerrar”, explica.
Tuesta señala que otro factor de carácter más privado por el cual podría se podría rebajar la calificación tiene que ver con el retiro de los fondos de las AFP, que constituye el ahorro a largo plazo por excelencia y del cual el año pasado se retiró un tercio del monto total.
“Recordemos que S&P ha señalado que la última rebaja de calificación ha respondido de alguna manera al retiro del 2020 -2021 (de los fondos privados de pensiones). Por tanto, si se aprueba un nuevo retiro podría significar una aceleración en menos de un año de la pérdida del grado de inversión”, subraya.
Medidas populistas
En esa misma línea, el exministro de Economía, Luis Miguel Castilla, asegura que medidas populistas como las aprobadas por la Comisión de Economía del Congreso de efectuar nuevos retiros de los fondos privados de pensiones, podrían acelerar una reducción en la calificación crediticia del Perú.
“El dictamen que el Congreso pretende plantea el retiro de 4 UIT para todos los afiliados sin limitación alguna. Se deja así abierto el camino para que, por ejemplo, quien tenga un trabajo estable, pueda acogerse. Esto haría que S/ 20.500 millones salgan del sistema. Con esto serían S/ 86.423 millones, equivalente al 10% del PBI, que saldrían en un lapso de dos años”, puntualiza.
Castilla advierte que, si bien en un corto plazo no hay peligro de perder el grado de inversión por los fundamentos fiscales que se tienen, otro factor de riesgo muy grande es que el gobierno “patee el tablero” y, por ejemplo, le dé el control del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) al partido político. “Eso sería un riesgo muy elevado y probablemente sume algo adicional para bajar la calificación crediticia”, puntualiza.
Aclara que este eventual retiro del grado de inversión no sería porque se hayan debilitado los fundamentos fiscales, sino porque se anticiparía un manejo irresponsable y populista de parte del gobierno.
“Digamos que, si el gobierno se pone más populista y, de alguna manera, presiona al ministro de Economía para no respetar la estabilidad fiscal, podría ser otro factor que acelere una reducción en el grado de inversión”, apunta.
Mayores inversiones piratas
Para el economista Carlos Adrianzén, decano de la Facultad de Economía de la UPC, una posible rebaja del grado de inversión del Perú representaría para la economía un daño enorme, porque no solo encarecería el financiamiento, sino que también alejaría las inversiones del país, trayendo inversiones más parecidas a las piratas.
Explica que se denominan “inversiones piratas” cuando un país no tiene grado de inversión y no capta inversiones de primera línea a precios competitivos, sino que atrae triangulaciones, por ejemplo, cubanas, argentinas o coreanas que no tienen mayor prestigio ni reputación y, normalmente, tienen costos de créditos enormes.
En ese contexto, asegura que al gobierno de Pedro Castillo no le importaría perder el grado de inversión. “Es una decisión política llegar a esta situación. A mí me queda claro que a la gente de Pedro Castillo no le importaría nada (perder el grado de inversión) e incluso tendría cierta empatía romper con el sistema financiero internacional, porque en ese ambiente se hacen mejores negocios turbios”, subraya.
Impacto en el mercado de capitales
De otro lado, el economista Felipe Morris afirma que esta eventual pérdida del grado de inversión denotaría que el país es más riesgoso y, por lo tanto, el financiamiento del gobierno será más alto y esa tasa es como un piso para la economía del país. “Es el piso para las tasas activas y el financiamiento de los bancos y, por lo tanto, también subiría el financiamiento para las empresas y personas”, precisa.
Morris explica que, en este momento, el país recibe inversionistas interinstitucionales del exterior que solo invierten en instrumentos de países con grado de inversión. Sin embargo, aclara, cada vez se recibe menos este tipo de inversiones porque ven cada vez más debilitada la situación política del Perú.
“El día que perdamos ese grado de inversión va tener un impacto en nuestro mercado de capitales porque esos inversionistas se verían obligados a vender todos los instrumentos que tienen en el Perú porque no estarían de acuerdo con sus políticas”, aclara.
El economista agrega que esta situación tendría también un impacto en el precio de nuestros bonos, acciones y fondos y, por lo tanto, en el costo del financiamiento e incluso el acceso al financiamiento de nuestras empresas.
“Si pierdes el grado de inversión menos recursos ingresarán al país y los que ingresen serán con tasas más altas; el gobierno va tener menos dinero para financiar y le saldrá más caro pagar su déficit fiscal, sus programas de inversión, sociales y de infraestructura”, puntualiza.
Políticas adecuadas
¿Cómo recuperar el grado de inversión si se perdiera? Para el exministro de Economía, David Tuesta, si bien es difícil saberlo, va a depender fundamentalmente de que este gobierno y los próximos apliquen políticas económicas adecuadas. “Perder la confianza es fácil, retomarla es difícil”, subraya.
“No es fácil, a nosotros nos tomó años obtener este grado de inversión. Sería una lástima perderlo, porque cuando lo pierdes generas una desconfianza, entonces te exigen más para volvértelo a dar”, remarca, por su parte, Felipe Morris.
A su vez, Carlos Adrianzén afirma que normalmente a los países que entran en declive, como lo está haciendo el Perú, les toma décadas recuperar una situación parecida a la previa.