Perú es destino importante en la ruta del dragón

La integración comercial con el mundo ha contribuido al crecimiento económico del Perú. China en los últimos años se ha convertido en uno de los principales inversionistas en nuestro país, alcanzando los US$ 30.000 millones de inversión.

 

Para el presidente de la Cámara de Comercio Peruano China (Capechi), José Tam, el Perú está ad portas de una tercera generación u ola de inversiones del gigante asiático.

 

“Más temprano que tarde vamos a ser testigos de ello, porque las empresas chinas vienen explorando el Perú y la región hace un buen tiempo”, asegura Tam.

 

En ese sentido, señala que, si bien por confidencialidad no puede revelar los nombres de las compañías que en este momento están estudiando la posibilidad de hacer nuevas inversiones en el país, la gran mayoría pertenece al rubro de infraestructura.

 

“Vienen funcionarios de empresas chinas muy importantes a examinar el ambiente de negocios en el Perú, el entorno legal, los proyectos y lo que el gobierno pueda presentar en su plan de inversiones a través de los concursos públicos”, subraya.

 

Según el registro de la Asociación de Empresas Chinas en Perú, hasta finales del 2019 se tenían inscritas alrededor de 170 empresas ya consolidadas en el país.

 

Tam recuerda que el antecedente más remoto de la inversión china directa en el Perú data del año 1992, con la adquisición de lo que es hoy la mina Shougang Hierro Perú, que en su momento fue para dicho país un récord, la inversión más grande que había hecho fuera de sus fronteras, desembolsando aproximadamente US$ 120 millones.

 

De igual manera, Tam detalla que la primera etapa de inversiones chinas en el Perú se dio, fundamentalmente, por el lado de las industrias extractivas y minería, luego en la segunda fase se diversificó y pasó a otras industrias y sectores como, por ejemplo, infraestructura.

 

“En medio de la pandemia, fuimos testigos del ingreso de la empresa china Yangtze Power International, que adquirió Luz del Sur pagando a Sempra Energy US$ 3.500 millones”, anota. También indica que diversas compañías del mismo rubro empresarial han adquirido el proyecto de la central hidroeléctrica Chaglla.

 

Asimismo, el socio senior del Estudio Muñiz, Pierino Sttucchi, señala que el 25% del cobre y el 100% de hierro producido por el Perú son generados por empresas chinas.

 

En ese sentido, es importante destacar que, según datos del Ministerio de Energía y Minas, las inversiones chinas en el subsector minero totalizaron cerca de US$ 15.000 millones desde el 2009 hasta julio de este año, lo que ratifica la importante participación del gigante asiático en el desarrollo industrial del país.

 

“Ya hemos avanzado ampliamente en minería y estamos dando pasos importantes en servicios públicos con generación de energía. Creo que en los próximos 10 años es posible duplicar estas inversiones”, destaca Sttucchi.

 

Precisa que tener una tercera generación de inversiones en el Perú es posible. Para ello es necesario convocar a la alta tecnología y capacidad constructiva de los inversionistas chinos, incluidas las empresas de propiedad estatal de dicho gobierno.

 

“Debemos tener en nuestra cartera proyectos de carreteras, puentes y pasos a desnivel para aprovechar la disponibilidad que China tiene en este rubro”, asevera.

 

Oportunidades para la infraestructura

 

Los factores que ayudaron a la consolidación de las inversiones chinas en el país tienen que ver con el potencial enorme que tiene el Perú, no solo en las industrias extractivas, sino por la brecha de infraestructura.

 

“China sabe perfectamente que tenemos muchísimo por construir, no solamente en materia de infraestructura básica, sino en todo aspecto. A nuestro país le siguen faltando puentes, carreteras, trenes, hospitales, colegios. Tenemos una brecha de infraestructura tan grande que China ha visto una oportunidad enorme en ese sector”, apunta el presidente de Capechi, José Tam.

 

Por su parte, el coordinador del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad de San Marcos, Carlos Aquino, afirma que una de las principales razones de esta consolidación es la gran cantidad de recursos naturales que tiene el país.

 

En esa misma línea, destaca el hecho positivo de que el Perú es un país “muy abierto” a la inversión extranjera. “El Perú es un país muy amigable a China. Tenemos una larga tradición de amistad y este ambiente favorable no es solo por los recursos naturales, sino data de una larga relación diplomática”, recalca.

 

Las proyecciones del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican un mínimo crecimiento de la economía china para el 2020 debido a la pandemia, que oscila entre 1,8% y 2%. No obstante, si bien podría haber una menor demanda, Aquino confía en que esta situación sea solo “un bache”.

 

“Vamos a tener inversión china en el Perú porque somos un país abierto a la inversión extranjera y ellos sienten que aquí tienen un lugar, un ambiente donde pueden hacer negocios”, puntualiza.

 

La franja y la ruta del dragón

 

La iniciativa “La Franja y la Ruta” de China propone el desarrollo de una red multimillonaria de proyectos de infraestructura en Asia, África, Europa y América, principalmente para promover el comercio y otras formas de conectividad.

 

En abril del año pasado, el Perú firmó un memorándum de entendimiento para su implementación.

 

Pierino Sttucchi explica que con esta iniciativa China pretende ampliar los mecanismos de cooperación con países como el Perú, donde no solamente se tengan contactos de índole económico, sino de comunicación y cultura.

 

“La clave de este proyecto es la conectividad, China quiere permanecer unida con el mundo y, particularmente, con países amigos como el Perú de manera física y virtual, por lo que se estaría promoviendo una tercera generación de inversiones en el país”, refiere.

 

José Tam señala que esta iniciativa comenzó como un gran proyecto de conectividad física, aérea, marítima y terrestre, ampliándose luego a diferentes frentes como el e-Commerce.

 

Diez años del TLC Perú-China

 

En marzo del 2020, el TLC suscrito con China cumplió 10 años de su entrada en vigor. Según información de Comex Perú, durante esta década, alrededor de 1.400 nuevas empresas comenzaron a exportar al gigante asiático con envíos por US$ 19.000 millones.

 

José Tam explica al poco tiempo de la suscripción, China se convirtió en el primer socio comercial del Perú, catapultando aún más la inversión minera en nuestro país, así como las exportaciones no tradicionales, pese a que el 95% de estos envíos aún corresponden a materias primas.

 

Agregó que, si bien las exportaciones no tradicionales registran solo un 5% del total de ventas al exterior, el volumen que se mueve es significativo, pues se envían productos como la uva red globe, palta, langostinos, mangos, entre otros.

 

Finalmente, Tam menciona que hace varios meses comisiones de Perú y China han iniciado rondas de actualización o mejoramiento de este tratado. “Es un TLC que está en permanente revisión. A pesar de los 10 años todavía hay muchos empresarios de comercio exterior que no conocen sus bondades, es un trabajo de difusión que nos toca hacer a las cámaras para que entiendan las oportunidades que se puedan presentar”, resalta.