¿Cómo tributar si soy freelance en Perú?: Esto es lo que debes saber

En Perú, cada vez más personas trabajan de forma independiente ofreciendo servicios profesionales o desarrollando actividades por cuenta propia. Sin embargo, muchos desconocen cómo deben tributar ante la Sunat o qué régimen tributario les corresponde.

De acuerdo a Octavio Salazar, abogado tributarista y socio de Ecovis Perú, un trabajador independiente puede tributar como persona natural bajo el sistema de cuarta categoría, emitiendo recibos por honorarios por los servicios que presta.

Este es el régimen más común para quienes brindan asesorías, consultorías o cualquier tipo de servicio profesional. Sin embargo, también es posible acogerse a regímenes empresariales como el Régimen Especial del Impuesto a la Renta (RER), el Régimen MYPE Tributario o el Régimen General, cuando la actividad que se realiza tiene carácter empresarial y continuo, como sucede con freelancers que venden productos, contratan personal o alquilan oficinas.

La principal diferencia entre emitir recibos por honorarios y tributar bajo el RUS o el RER está en la categoría de renta. Quienes emiten recibos tributan como cuarta categoría, mientras que los acogidos al RUS o al RER tributan como tercera categoría, es decir, como si fueran una pequeña empresa (unipersonal). Esto implica mayores obligaciones formales, como llevar una contabilidad, llevar libros, declarar el IGV y realizar pagos mensuales a cuenta del Impuesto a la Renta.

 

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¿Qué impuestos debe pagar un freelance?

En cuanto a los impuestos, Octavio Salazar sostiene que el freelance que emite recibos por honorarios debe pagar Impuesto a la Renta (IR) de cuarta categoría, con una retención del 8 % por cada recibo, aunque existe una exoneración anual de hasta 7 UIT (unos 40,000 soles aproximadamente), que puede ampliarse hasta 10 UIT si se sustenta correctamente.

Además, al final del año, se realiza un cálculo global del impuesto según los tramos de renta generada, pudiendo llegar hasta un gravamen del 30 %.

En cambio, quienes tributan como empresa (tercera categoría, régimen general) pagan el IR con una tasa fija del 29,5 % sobre la utilidad neta y también están obligados a pagar el IGV, salvo que el servicio prestado esté exonerado o se brinde completamente al extranjero.

La periodicidad para declarar los impuestos también varía. Los independientes de cuarta categoría presentan una declaración anual del impuesto a la renta, mientras que los del RER o Régimen General deben declarar y pagar mensualmente tanto el IGV como el IR. Todo el proceso se realiza de manera virtual a través de la página web de la SUNAT utilizando la Clave SOL.

 

¿Qué pasa si no emites recibos o trabajas con clientes en el extranjero?

Según comenta el especialista, en ese caso, se incurre en infracciones tributarias. SUNAT puede detectar estas omisiones mediante cruces de información con bancos, plataformas digitales y entidades internacionales, y aplicar sanciones que van desde multas e intereses hasta la suspensión del RUC o incluso denuncias penales por delitos tributario en los casos más graves de evasión fiscal.

Si trabajas con clientes del extranjero y te pagan en dólares, también debes tributar. La renta de fuente extranjera está gravada si calificas como domiciliado fiscal en el Perú, y la moneda de pago no exime de la obligación. Incluso, si no tienes domicilio declarado ante la SUNAT, pero tus servicios fueron prestados desde el país, pueden considerarse como renta peruana y, por tanto, sujetarse a impuestos.

 

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Exportaciones de productos nostálgicos sumaron más de US$ 3,1 millones entre enero y mayo

El Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de la Comercio de Lima (Idexcam) informó que, entre enero y mayo de año, las exportaciones peruanas de productos nostálgicos -como Inka Kola, turrones y panetones- sumaron más de US$ 3,1 millones, lo que representa un crecimiento de 13,5 % en comparación al mismo periodo del año pasado.

Los productos nostálgicos son alimentos, bebidas, y golosinas originarias del Perú que vienen ganando una creciente preferencia entre los peruanos residentes en el extranjero, principalmente en fechas clave como Fiestas Patrias y Navidad.

“Más allá de la preferencia comercial, este incremento en la demanda refleja un profundo arraigo cultural, convirtiéndose en emblemas de identidad y orgullo nacional, que evocan recuerdos, sabores y tradiciones familiares”, señaló Óscar Quiñones, jefe del Idexcam.

Cabe destacar que la comunidad peruana en el extranjero congrega a más de 3,5 millones de compatriotas, cifra que representa el 10,3 % de la población total, según datos del Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI).

 

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Inka Kola

Conforme a los datos compartidos por el Idexcam, las exportaciones de Inka Kola sumaron US$ 2,8 millones a mayo, 13,55 % más respecto al mismo periodo del 2024, tras el envío de 2,6 millones de litros. Abril fue el mes con mayor crecimiento de valor exportado con 121,45 % (US$ 761 704), explicado por el incremento de la demanda estacional a la par con una exitosa estrategia comercial.

El comportamiento positivo también se observa en años anteriores. Durante enero y mayo de 2024, las exportaciones de la bebida nacional se incrementaron en 12.85 %, al alcanzar los US$ 2,5 millones, en comparación a las ventas US$ 2,2 millones registradas en el mismo período del 2023.

Chile continúa siendo el principal mercado de este producto, con más de un millón de litros exportados. Le sigue Bélgica, donde los envíos crecieron 25,52 % hasta mayo, debido en parte a la creciente comunidad latina e interés por productos exóticos. Otro destino estratégico es Estados Unidos con un incremento de 48,84 % a mayo y un aumento de 78,20 % respecto al mismo periodo de 2023, lo que evidencia su creciente demanda por productos nostálgicos peruanos.

Asimismo, el Idexcam identificó mercados emergentes de Europa como Países Bajos, Italia, y Reino Unido, los que vienen mostrando crecimientos sostenidos en sus importaciones (100 %), demostrando el potencial de expansión de la marca en la región.

 

Turrones

 El turrón, asociado tradicionalmente a celebraciones religiosas y festividades familiares, ha encontrado un lugar estable en las exportaciones peruanas. Hasta mayo de este año, las exportaciones de turrones crecieron 17,32 % cerrando el periodo con US$ 85 882 y 17 243 kilogramos exportados. Este crecimiento ha sido notable si se compara con el 5 % que registró en el mismo periodo de 2024.

Con respecto a los países de destino, Estados Unidos lideró los envíos con un comportamiento mixto. A mayo de este año, las exportaciones cayeron 12,43 %, luego de registrar un avance de 21,01 % en el mismo periodo de 2024. Por otro lado, Italia y Chile registraron crecimientos exponenciales de 253,73 % y 1131 % respectivamente a mayo, lo que refleja nuevas oportunidades para el turrón en Europa.

Además, el ingreso a nuevos mercados como Reino Unido, así como el aumento en Suiza y Canadá, sugiere una progresiva internacionalización del producto, con buen potencial de posicionamiento.

 

Las exportaciones de Inka Kola, turrones y panetones evidenciaron un crecimiento constante y sostenido del 13,5%.

 

Panetones

 En tanto, las exportaciones de panetones crecieron 7,11 % entre enero y mayo, alcanzando un valor de US$ 230 985; aunque en 2024, evidenció una fuerte caída de 34,79 % en ese mismo periodo, lo que muestra una evolución fluctuante.

Durante este periodo, mayo fue el mes de mayor valor exportado con US$ 147 840 por 32 400 kilogramos, evidenciado un crecimiento de 13,23 %.

Entre los mercados de destino, Países Bajos lideró la exportación de panetones en este periodo con US$ 116 520 por 24 499 kilogramos, seguido de Estados Unidos, con un incremento acumulado de más del 122,02 % con US$ 113 913 por 25 371 kilogramos.

Ante estos resultados, el Idexcam explicó que las exportaciones de Inca Kola, turrones y panetones en el periodo de análisis refleja una evolución positiva de estos productos, lo que representan una oportunidad concreta de desarrollo comercial.

“En conjunto, estos productos revelan un camino prometedor para la consolidación de una oferta exportable sustentada en la nostalgia, la tradición y la identidad cultural. Su éxito no solo se mide en cifras, sino en su capacidad para conectar emociones con los consumidores”, anotó Óscar Quiñones.

 

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“La recuperación de las mypes todavía es frágil”

Había mencionado que el primer semestre no fue favorable para los pequeños negocios ¿qué espera para la segunda mitad del año?

Somos optimistas, pero con prudencia. Para el segundo semestre de 2025 proyectamos que las micro y pequeñas empresas (mypes) registren un crecimiento de entre 5 % y 7 % en ventas, impulsado por la campaña de Fiestas Patrias, la reactivación escolar de medio año y la campaña de Navidad.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), el sector comercio –que concentra el 50 % de las mypes– creció 3.1 % en mayo, una señal clara de recuperación. Además, el consumo privado ha repuntado en 2.8 % en lo que va del año, y eso es clave para dinamizar a los pequeños negocios que dependen directamente de la demanda interna.

 

¿Qué sectores dentro de la pequeña empresa muestran mayor dinamismo y cuáles siguen rezagados?

El comercio minorista, que está migrando al canal digital, ha mostrado un dinamismo claro, al igual que los servicios personales como peluquerías, centros de estética, delivery y salud preventiva. Ello también se justifica porque más del 36 % de mypes ahora venden por redes sociales.

No obstante, los rubros rezagados siguen siendo el turismo receptivo (aún no logra niveles prepandemia) y manufactura no alimentaria. Muchas mypes de zonas rurales también continúan muy golpeadas por la falta de infraestructura y conectividad.

 

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¿El contexto económico actual permite proyectar una recuperación sostenida del sector para fin de año?

Por el momento no. Según Cofide, el 48 % de las mypes ha podido recuperar su nivel de ventas prepandemia, lo que significa que más de la mitad sigue operando con ingresos reducidos.

Si bien el consumo privado viene creciendo a una tasa cercana al 3 %, la recuperación sigue siendo parcial y desigual. Aún hay problemas estructurales, como el acceso limitado al crédito, con tasas altas que resultan impagables para nuestro sector. A ello se suman la falta de digitalización, competencia informal y un entorno de inseguridad creciente. Por eso, hablamos de una recuperación frágil, no sostenida.

 

¿Qué tan grave es el impacto de la inseguridad en las operaciones de las mypes? ¿Cuánto más invierten en seguridad?

La inseguridad se ha convertido en una amenaza constante para nuestro sector. Según un estudio conjunto de Prosegur y la CCL, ocho de cada diez mypes han sido víctimas de robos, extorsiones o amenazas en los últimos 12 meses. Ante ese temor, muchos negocios están reduciendo sus horarios o incluso han decidido cerrar sus locales, afectando su sostenibilidad y la economía local.

Las mypes están destinando entre 8 % y 12 % de sus gastos operativos en medidas de seguridad como la compra de cámaras, seguros, vigilancia y en traslado de dinero. Esto representa un sobrecosto para la pequeña empresa.

 

¿Cuántas mypes podrían cerrar sus operaciones este año?

Ante esta grave situación, estimamos que entre 70 000 y 90 000 mypes podrían cerrar sus operaciones en 2025. Solo en el primer trimestre, más de 18 000 negocios cerraron su RUC (Registro Único de Contribuyentes), de acuerdo con cifras de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat).

Las razones son múltiples: la baja rentabilidad, inseguridad, informalidad, competencia desleal y una presión tributaria mal orientada. Así, de cada 100 mypes que nacen, 55 no sobreviven al segundo año. Este complejo panorama debe hacernos reflexionar como país.

 

¿Qué acciones urge implementar desde el Estado para proteger al pequeño empresario frente a la criminalidad?

Lo primero es una acción articulada e integral de parte del Gobierno para frenar el avance de la inseguridad y de la criminalidad. No solo es contar con mayor presencia policial en las calles, sino tener una estrategia de inteligencia en zonas de alta actividad comercial y económica. Lo segundo es que los pequeños negocios cuenten con incentivos tributarios o subsidios para la instalación de cámaras de videovigilancia y sistemas de seguridad conectados a las autoridades locales.

Y tercero, contar con mecanismos rápidos y coordinados para que la justicia y la policía, atiendan los casos de extorsión, amenazas o robos a comerciantes. El pequeño empresario se siente solo ante la delincuencia. Si no hay una respuesta contundente del Estado, la informalidad y el cierre de negocios seguirán creciendo.

 

 

 

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