Nuevas oportunidades para el sector pesquero

¿En que radica la importancia de la industria pesquera en el país? Pues este sector genera empleo formal, ingresos para el Estado y exportaciones que tienen impacto económico a nivel descentralizado. Ello, gracias a que buena parte de las actividades extractivas y de procesamiento de ingredientes marinos tienen su centro de operaciones en ciudades costeras del interior del país.

 

Según la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), la industria pesquera peruana tiene como activos a 834 embarcaciones y 110 plantas, lo que equivale a una inversión de US$ 7.000 millones. La flota industrial está compuesta por diferentes artes o sistemas de pesca: flota con redes de cerco, flota con redes de arrastre, flota con artes de pesca multipropósito y sistema de trampas, las mismas que están distribuidas en todo el litoral para extraer diversas especies hidrobiológicas.

 

Las exportaciones de este sector se habían incrementado en un 18% a fines del año 2019, por lo que se esperaba que este buen momento continuase para el presente año.

 

Lamentablemente, todos sabemos la situación por la que están pasando la mayoría de nuestras industrias debido al brote de la pandemia de la COVID-19 y el sector pesquero no ha sido ajeno. Ha sido muy golpeado.

 

Si solo analizamos los meses que hubo el brote de la pandemia (marzo-julio), las exportaciones de esta industria cayeron en 45%. Sin duda, se trata de un duro golpe para la economía peruana.

 

De otro lado, si juntamos no solo los meses de la pandemia, sino también los primeros dos meses del año, las exportaciones llegaron a caer 37%. Para una observación más detallada de cómo le está yendo a este sector, lo hemos dividido en cuatro subsectores: pescados, moluscos, crustáceos y demás especies y productos marinos (ver tabla).

 

 

Resultados por subsectores

Como se ve en la tabla, la mayoría de subsectores del sector pesquero cayeron. En pescado, la caída fue de 6%; en moluscos, de 61%; y en demás especies y productos marinos, de 13%. Salvo en los crustáceos, que debido a una buena demanda de langostinos hacia los mercados asiáticos (Corea del Sur y Malasia) ha podido mantenerse casi estable, acusando un modesto crecimiento, a pesar de todo lo que se está aconteciendo.

 

Lo que más ha causado preocupación ha sido la caída tan abrupta del principal subsector pesquero. Nos referimos al subsector moluscos, el cual el año 2019 registró un crecimiento del 37,10%, teniendo así el 58,74% de participación de todas las exportaciones del sector pesquero. Lastimosamente, este año ha tenido una caída del 61%, estando entre los productos más afectados: las jibias, con una caída del 62%; seguido de las conchas de abanico, con una caída del 42%.

 

Los destinos en donde han disminuido los envíos de estos dos productos son España, Tailandia, Corea del Sur, Italia y China, para lo que son jibias; y, en cuanto a las conchas de abanico, se trata de Estados Unidos, Francia y Bélgica.

 

Ante este negativo escenario, hemos dirigido nuestros esfuerzos para tratar de identificar que posibles nuevos mercados podrían ser los nuevos destinos para las exportaciones peruanas de los principales productos del subsector moluscos (conchas de abanico y jibias “pota”).

 

Para los fines de este artículo, hemos revisado la base de datos de TRADEMAP, herramienta estadística del ITC.

 

Conchas de abanico

En el caso de las conchas de abanico, según nuestra investigación, Noruega podría ser un potencial país de destino, ya que a partir del año 2017 comenzó a importar este producto superando los US$ 6 millones en valor.

 

En la actualidad, los países que le proveen este producto son Canadá, Estados Unidos y Países Bajos. Debemos señalar que Noruega forma parte de la Asociación Europea de Libre Comercio, asociación con la cual el Perú tiene suscrito un Acuerdo de Libre Comercio.

 

Otro destino nuevo para las conchas de abanico podría ser Japón. Aunque es un país al que ya hemos enviado diferentes productos pesqueros, eso no ocurre con las conchas de abanico, por lo que sería una buena oportunidad venderle este producto a un país del que ya conocemos cómo es su trato en las negociaciones.

 

Además, ya tenemos un Tratado de Libre Comercio con este país. Japón recién ha comenzado a importar este producto a partir del 2017, por US$ 1,6 millones, un valor no muy elevado, pero es entendible, ya que al igual que Noruega recién han comenzado a adquirir este producto hace no más de tres años. Los países que le proveen este producto son China, Francia y Estados Unidos.

 

Por último, y no menos importante, esta Malasia, país que a partir del 2017 empezó a importar conchas de abanico en una cantidad valorada en más de US$ 10 millones. Sus principales países proveedores son China, Japón e Indonesia.
Un dato adicional es que Chile, país de nuestra región, ha llegado a exportar, en 2017 y 2018, conchas de abanico a este destino, aunque en una escala muy baja.

 

Jibias (pota)

En el caso de las jibias (pota) tenemos a Singapur como posible nuevo destino, ya que a partir del 2018 empezaron a importar este producto por un valor aproximado de US$ 17 millones. Sus principales proveedores son China, Indonesia y Malasia. Algunos países de la región que han exportado jibias (pota) a este mercado son Argentina, Chile y Uruguay.

 

Otro destino para este producto es Croacia, país que a partir del 2017 comenzó a importar pota por un valor aproximado de US$ 18 millones. Sus principales proveedores son España, Eslovenia y Sudáfrica. El único país de la región que ha llegado a exportar este producto a dicho país es Argentina.

 

Es importante precisar que para poder lograr el ingreso de las conchas de abanico y las jibias o pota a los mercados potenciales se requiere que nuestras autoridades sanitarias inicien las negociaciones de los protocolos sanitarios respectivos, a fin de allanar el camino para nuestros exportadores.

 

Las situaciones de crisis, siempre representan oportunidades que se tienen que aprovechar, por ejemplo, buscando nuevos horizontes donde podemos posicionarnos y crecer.

 

En ese sentido, esta pandemia representa una oportunidad para el sector empresarial para diversificar mercados.