Ingeniera peruana de la NASA da su testimonio de éxito
Siempre soñó con realizar misiones al espacio, pero jamás imaginó que se volvería realidad. Así, Aracely Quispe cuenta que para pertenecer a la NASA ha trabajado perseverante en el ámbito educativo, motivacional, de actitud, y sobre todo con mucho entusiasmo por perseguir su objetivo.
La ingeniería astronáutica le apasiona, afirma, porque le permite aprender, enseñar, y aportar a la ciencia y la humanidad. A ello se suma su vocación por llegar a los niños, jóvenes, y mujeres, contando su experiencia de vida.
Sostiene que su labor en la NASA es cuidar del buen funcionamiento y seguridad del telescopio James Webb. Además, crea productos de vuelo y realiza pruebas de prelanzamiento dirigiendo a ingenieros de comandos y de sistemas de tierra.
Aracely nació en Lambayeque y se graduó en ingeniería de sistemas, pero fue su amor por el karate lo que la llevó a cumplir su sueño. Así, tras obtener una beca para practicar esta disciplina, logró el cinturón negro y con sus reconocimientos internacionales obtuvo la residencia estadounidense, y posteriormente una beca para continuar sus estudios astronáuticos.
Si bien admite que tiene una vida atareada, es muy disciplinada. Dedica parte de su tiempo libre a sus proyectos personales con su marca inspiradora AQN –que lanzó este año– a través de la cual es conferencista internacional. “Me apasiona fomentar el empoderamiento de la mujer en el siglo XXI. En América estoy realizando esa labor y es muy gratificante llegar a miles con mi historia. Incluso, formo parte del programa de voluntariado de la NASA para promover carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) y del Departamento de Estado en los Estados Unidos”, comenta.
Aracely no deja de soñar pues afirma que quisiera formar parte de una misión a Marte que es la tendencia a futuro. Mientras tanto, está en el proceso de realización de su libro autobiográfico, el cual planea lanzar en el 2020.
Asimismo, recalca que hoy en día es necesario que las mujeres incursionen en carreras científicas y superen las barreras y estereotipos negativos del “no puedo”. Por ello, se siente afortunada de todo lo que está logrando. “Sin embargo, se necesita contar con más mujeres empoderadas en el rubro de las ciencias. Es importante lograr más estímulo, mejorar los sistemas y promover la investigación. En el Perú, existe mucho talento, solo hay que canalizarlo bien con inversión y oportunidades”, finaliza.