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Luis Felipe Quirós: “Ejecución de obras privadas impulsará recuperación de construcción”

¿Cuál es su balance del sector construcción en este 2020?

 

Primero, recordemos que el 2019 fue un año particularmente complejo, pues las metas de inversión pública no se habían cumplido y, por lo tanto, se esperaba un mejor clima para la inversión en el 2020. Pero, con la llegada de la pandemia, la situación empeoró, pues se declara el estado de emergencia solo a dos semanas de acabar el primer trimestre.

 

Esta situación determinó la paralización total del sector, generando mucha mayor incertidumbre sobre los resultados del año. El impacto ha sido muy fuerte en la cadena de pagos de todas las empresas vinculadas al sector y ha sido el propio Estado quien ha demostrado su ineficiencia y poca empatía, demorando o incluso incumpliendo sus compromisos con los contratos que tenían vigentes.

 

En general, ha sido un reto establecer procedimientos y mecanismos para un pronto, pero sobretodo seguro, retorno a las labores, considerando que el sector tiene años de experiencia en temas de seguridad y salud ocupacional y que esta vez hubo que agregar el componente de la COVID-19, con lo cual la curva de aprendizaje ha sido relativamente rápida.

 

¿Qué factores influirán en la recuperación del sector y la economía?

La inversión en infraestructura puede ser una de las primeras medidas para poner en marcha las economías, ya que los gobiernos pueden estimular directamente la demanda y la creación de empleo, compensando la falta de gasto del sector privado y de los hogares.

 

Situar a la construcción como sector de interés en los programas nacionales de recuperación económica tiene muchas ventajas, ya que se trata de un sector intensivo en mano de obra, pues a nivel mundial emplea al 7,6 % de la población activa.

 

Considerando, además, que la construcción absorbe a trabajadores de otros sectores con relativa facilidad, y los proyectos pueden enfocarse en regiones y ciudades en fuerte recesión tras la crisis generada por el coronavirus.

 

Igualmente el sector inmobiliario privado tiene mucho interés en entregar los proyectos que estaban ejecutando, pues con ello se cumplen compromisos adquiridos y las penalidades contractuales, las que han debido ser renegociadas.

 

El sector se recuperó en septiembre. ¿Este comportamiento se mantendría a fines del año?

Se espera que el sector siga recuperándose en el resto del año impulsado principalmente por la ejecución de obras privadas. Esto debido a que los programas de impulso a la inversión pública, como Arranca Perú y la Reconstrucción con Cambios, recién tendrían un impacto a partir del segundo semestre del 2021.

 

Más aún, la inversión pública en el último trimestre difícilmente superaría los niveles observados en el mismo período del 2019. Cabe mencionar que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) realizó un ajuste en su proyección a 2021, en el cual estimó que el sector construcción debía crecer 7,8% para el año del bicentenario.

 

¿Qué obras públicas deberían ser prioridad en su ejecución?

Teniendo una brecha estimada en S/ 300.000 millones y, además, una situación tan compleja en el sector salud que nos recordó la COVID19, lo primero es asegurar que los 52 proyectos que se priorizaron en el Plan Nacional de Infraestructura y Competitividad-publicado en julio del 2019- estén totalmente en marcha.

 

También es fundamental observar de cerca cómo están trabajando las contrapartes peruanas de los PMOs extranjeros (ARCC, MTC y MINSAPronis). Recordemos que son varios los proyectos que están incluidos en los respectivos convenios de gobierno a gobierno celebrados con el Reino Unido, Corea del Sur y Francia.

 

Solo con estos últimos tendríamos resueltas algunas obras emblemáticas en sectores tan críticos como salud, educación y transporte.

 

¿Qué falta por hacer de cara al Bicentenario?

Lamento decir que mucho. Seguimos enfrentando dificultades en las distintas etapas de la inversión pública, los resultados de ejecución siguen siendo bajos y en términos generales, no existe una adecuada capacidad técnica en las regiones para ejecutar proyectos complejos.

 

En esta pandemia, si bien hay notables ejemplos de solidaridad empresarial, construir hospitales no es el rol de la empresa privada. Hemos visto como el personal de salud, pese a todas las dificultades, hace loables esfuerzos para seguir ayudando.

 

Pero esto evidencia, además, que el Estado no está presente y no cumple con su rol de asistir con servicios básicos para la población más vulnerable.