Luis Antonio Aspillaga: “El Gobierno pudo ayudar más en recuperación del sector textil y confecciones”
¿Cómo cerraron las exportaciones del sector de indumentaria en el 2021?
Las exportaciones del sector cerraron el 2021 con un crecimiento del casi 60% respecto al 2020 y con una expansión del 20% respecto al 2019. Calculamos que para este año (2022) avanzaremos un 30%.
¿Cómo se comportó la demanda local el año pasado?
En el mercado local ha habido una buena recuperación. Si nos comparamos con el 2019, nos hemos expandido en un 30% aproximadamente.
Los mercados asiáticos han sufrido muchísimo. India y China, que son grandes proveedores de telas para el mercado local, cerraron más de una vez por la COVID-19, lo cual afectó sus industrias, que solo pudieron abastecer a sus mercados internos. Entonces, el nivel de importaciones bajó significativamente y lo que llega es caro, no solamente por el aumento de los precios de las materias primas, sino también por los fletes.
Por ejemplo, un contenedor de Asia a esta parte del mundo (Perú) pasó de costar US$ 3.000 a casi US$ 15.000. Ahora está por los US$ 10.000. Es por ello que la industria nacional se ha visto beneficiada gracias a que las importaciones han bajado.
Todo esto generó una gran oportunidad para los productores locales, tanto textiles como confecciones.
El problema principal que enfrentamos hoy es la escasez de materias primas, insumos y materiales en general, acompañado de un gran aumento de sus precios.
¿A qué se debe esta falta de insumos para el sector?
Por el lado del algodón, hay una menor producción nacional debido al que en el tiempo los campos han sido convertidos a otros productos mas rentables como arándanos, espárragos y otros.
Y como el precio del algodón se guía de los precios internacionales, los algodones importados (de la mano con el local) han subido en más de 100%.
En el caso de las fibras artificiales que no fabricamos en el Perú y son 100% importadas, sus precios también se han duplicado, además del aumento de los precios de fletes.
En el caso de colorantes y materiales auxiliares, estos vienen ya con precios altos de Asia, y se encarecen mucho mas con los costos de fletes que ya mencionamos
¿Qué podrían hacer el Gobierno y el sector privado para mejorar la competitividad del sector?
Una de las cosas que solicitamos, y no solo a través de CCL, sino de los demás gremios, es que nos permitan tener el mismo régimen agrario que en 10 años ha llegado a más de US$ 8.000 millones de exportaciones.
Estamos convencidos de que la industria textil y confecciones es una extensión de la agricultura que nos permitirá mejorar la competitividad del sector con este régimen.
Además, nuestra capacidad instalada en el sector textil y confecciones en el Perú hace mucho no crece. Las pocas inversiones que se tienen de parte de los exportadores son las provisiones de algunas máquinas adicionales que hemos adquirido.
Esta situación nos preocupa sobremanera, porque Estados Unidos, que es de uno nuestros mercados principales y que nos compra casi el 75% de nuestras exportaciones, está buscando aumentar sus compras en este hemisferio y en Centroamérica. Especialmente en países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua se están haciendo grandes inversiones y creciendo en su capacidad de producción de tela, hilado, confecciones.
Además de la creación, de la mano de sus gobiernos con zonas francas que, bajo condiciones muy ventajosas para las industrias, logran mejores precios que los nuestros, y estamos comenzando a perder programas que teníamos en Perú.
Por ello, creemos que el Gobierno pudo haber ayudado más en la recuperación del sector textil y confecciones del país.
¿Insistirán con el Gobierno con su pedido de apoyo?
Queremos esperar un poco a ver qué pasa con este nuevo gabinete porque cambiar cada 45 días es un tema difícil y no se logra materializar las políticas de Estado que debería tener cada sector.
Esperemos que se calme esta turbulencia política y que tengamos un gabinete estable por unos buenos meses y, de ahí, recién plantear los proyectos que tenemos pendiente. Incluso, hoy el Congreso está dedicado solo a interpelar y a discutir con el Ejecutivo.
Para terminar. Háblenos de la capacidad instalada del sector.
El sector está trabajando casi a capacidad plena y dejando de atender pedidos importantes, es un momento clave para atraer a clientes que buscan opciones para reemplazar a proveedores asiáticos tanto localmente como de exportación.
Nosotros podríamos crecer tanto para el mercado local como extranjero en un 50% en los próximos dos años y duplicarla para el 2026, porque tenemos la suficiente demanda, pero lamentablemente la capacidad instalada no da más.
Las grandes inversiones que se tienen que hacer para lograr este crecimiento a nivel de hilatura, teñido, tejido y acabados están paralizadas esperando que el Gobiernos dé señales claras de estabilidad a largo plazo, además de tener reglas de juego claras.