Peter Anders: Los retos del ministro Mendoza

El reto que enfrenta Waldo Mendoza al asumir el cargo de ministro de Economía y Finanzas es enorme y desafiante. Recibe un país con una severa crisis económica producto de la pandemia mundial del coronavirus, que implica serios problemas en las cuentas fiscales, lo cual repercute en la capacidad del Estado de poder brindar servicios básicos como salud, educación e infraestructura.

 

Ya lo advirtió el propio presidente de la República, Francisco Sagasti: Nuestro país requiere endeudarse en S/ 30.000 millones para cubrir el Presupuesto Público del 2021.

 

Desde esa perspectiva, en la Cámara de Comercio de Lima consideramos que se requiere priorizar la recuperación del Producto Bruto Interno (PBI), que solo en los primeros nueve meses del año ha caído en 14,5%.

 

Un impulso del PBI permitirá mayor empleo e ingresos para las familias, mejores perspectivas hacia el futuro y, por tanto, una mayor confianza tanto de los consumidores como de las empresas –lo que se traduce en mayor inversión–, generando una mayor demanda interna.

 

Asimismo, se mejora la recaudación tributaria y disminuyen las presiones para un mayor endeudamiento.

 

Inversión pública

 

Nuestra propuesta es que, para lograr este impulso, se requiere una mayor ejecución de la inversión pública. Hasta el 18 de noviembre pasado, el grado de ejecución de la inversión del gobierno nacional llegaba al 42,2%, mientras que en los gobiernos locales a 33,3% y en gobiernos regionales a 41,6%. Si bien estos resultados se esperaban por efecto de la pandemia, es el momento de retomar un mayor dinamismo.

 

El Programa Arranca Perú, que cuenta con un presupuesto de S/ 7.700 millones, monto cuyo mayor porcentaje se encuentra en manos de los ministerios de Transportes y Comunicaciones y de Vivienda, Construcción y Saneamiento, exige una buena coordinación para su pronta ejecución.

 

Además, es necesario evaluar medidas proactivas sobre Reactiva Perú, pues si bien un buen número de empresas pudieron sobrevivir a la crisis, todavía no recuperan su capacidad de pago y, en ese sentido, cabría considerar si se amplía el plazo establecido para el pago de los créditos de este programa. Es momento de analizar las consecuencias de que no se pueda honrar dicha cartera de créditos.

 

Otro aspecto importante en materia de recuperar el dinamismo de nuestra economía se encuentra en la cartera de proyectos de inversión en manos de Proinversión, entidad que tiene 23 de estos bajo la modalidad de Asociación Público-Privada (APP), que implican una inversión total de US$ 5.516 millones. Trece proyectos ya han sido adjudicados por un monto de US$ 2.409 millones. Cabe preguntarse si ya empezaron a ejecutarse. Además, existen diez proyectos por US$ 3.106 millones en etapa de declaratoria de interés.

 

Inversión privada

 

Finalmente, otra de las tareas pendientes del ministro Mendoza se refiere a la inversión privada. Los conflictos sociales son y serán un factor de impedimento de la inversión privada sobre todo en sectores primarios. ¿Qué se puede hacer? Quizá si se destinase un presupuesto específico para mejorar las condiciones sociales en las poblaciones ubicadas en dichas zonas ayudaría en algo.

 

Se requiere también mejorar el clima de inversiones, de cara al mercado externo. Si bien todo el mundo se ha visto afectado por la pandemia, hay inversión extranjera que buscará donde situarse, pero para ello necesitamos mostrar estabilidad política y jurídica, además de un marco de promoción eficiente y atractivo.

 

No son pocas las tareas que le esperan al ministro y el tiempo es corto. No obstante, podrían sentar las bases sobre las cuales trabajaría mejor el siguiente gobierno.