Los desafíos de la telemedicina en el Perú

Con el avance de la tecnología ya es una realidad recibir atención médica a través de una videoconferencia desde la comodidad del hogar. Y, si bien no todas las especialidades pueden atenderse mediante la telemedicina, pues todo depende del grado de complejidad del paciente, esta se ha convertido en una importante alternativa para el sistema de salud.

 

La telemedicina ha avanzado a pasos agigantados en muchos países pero en el Perú no ha evolucionado al mismo ritmo. No obstante, el panorama ha cambiado con la llegada de la COVID-19. El reciente Decreto Legislativo (DL) N° 1490, publicado en el contexto de la emergencia nacional, ha sido el punto partida para empezar a masificar este tipo de servicio en los hospitales de EsSalud, del Ministerio de Salud (Minsa) y otras clínicas a nivel nacional. La norma dispone que la telemedicina debe ser implementada no solo para consultas, sino también para orientación y monitoreo de pacientes. Asimismo, incorpora la receta e historia clínica electrónicas. De esta manera, se podría empezar a cubrir la demanda por atención de salud a causa del coronavirus.

 

“Teleatiendo” del Minsa

 

Desde el 2017, los hospitales del Minsa han incorporado la telemedicina entre sus servicios. A la fecha, brindan teleconsulta, teleinterconsulta, telemamografía, telemonitoreo y teleorientación. Las especialidades comprenden medicina general, pediatría, ginecología, medicina interna, neurología, endocrinología, oncología y psiquiatría; mientras que las subespecialidades son cardiología pediátrica, hematología pediátrica, cirugía de cabeza y cuello, y oncología ginecológica, entre otras.

 

“Antes de la declaratoria de emergencia sanitaria por la COVID-19, se atendieron a más de 44.000 pacientes en el país mediante telemedicina. Fueron unas 100 atenciones diarias. Ahora atendemos a más de 1.800 personas cada día”, manifiesta la directora general de Telesalud, Referencia y Urgencias del Minsa, Liliana Ma Cárdenas.

 

Desde que empezó la emergencia nacional, el Minsa utiliza el aplicativo web Teleatiendo (www.teleatiendo.minsa.gob.pe) para la solicitud, registro y consulta de datos de los servicios de teleorientación y telemonitoreo. De esta manera, los establecimientos de salud –mediante llamadas telefónicas– brindan consejería, apoyo en temas de salud mental y realizan el seguimiento del estado de salud de grupos vulnerables como gestantes, pacientes con diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias y Controles de Crecimiento y Desarrollo de los niños (CRED), entre otros.

 

“Es una herramienta que llegó para quedarse debido a todos los beneficios que otorga. Desde la simplificación de procesos, optimización de recursos y prevención de riesgo de complicaciones, hasta detección precoz de enfermedades silenciosas, etc. No obstante, la principal barrera es la brecha de conectividad de internet en las zonas rurales de nuestro país”, asevera la doctora Liliana Ma Cárdenas.

 

Al respecto, recuerda que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) se encuentra ejecutando proyectos regionales de banda ancha para el beneficio de dichas zonas; mientras tanto, la implementación de la atención virtual usa otras TIC como los sistemas de telefonía fija o móvil, los cuales cuentan con mayor cobertura a nivel nacional.

 

Priorizando a paciente crónicos

 

El director del Centro Nacional de Telemedicina (Cenate) de EsSalud, Walter Álvarez, señala que desde que empezó la emergencia sanitaria, la institución ha atendido a los asegurados que presentaban síntomas del coronavirus vía telemedicina. Pero, también a pacientes críticos con citas y tratamientos pendientes en hospitales. Esta herramienta viene siendo utilizada para quienes pertenecen al tercer nivel, que es el de mayor complejidad, en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati.

 

Los pacientes son programados por los departamentos médicos de cada especialidad y responden a diagnósticos crónicos y de continuadores. “Lo estamos implementando desde la quincena de marzo y a la fecha tenemos más de 3.500 atenciones. Empezamos con oncología médica y luego hematología, cardiología, psiquiatría, oftalmología, ginecología oncológica y dermatología. Inclusive, pronto estarían ingresando medicina interna y psiquiatría infantil”, indica Álvarez.

 

Cabe resalar que el servicio de telemedicina de EsSalud también es utilizado en el Hospital I Naylamp, de Lambayeque; y próximamente se espera ampliarlo para los asegurados de otras de redes de Lima, Piura, Pasco y Arequipa.

 

“Con esta modalidad estamos descongestionando las atenciones. Nuestro objetivo es impactar de manera importante en la cantidad de consultas en unos meses. Y es muy probable que esta modalidad se quede como una forma de atención porque es menos costosa, más segura y se puede llevar el tratamiento a domicilio. Tiene muchos beneficios tanto para la institución como para el paciente”, agrega el director del Cenate, quien, además, refiere que el presupuesto otorgado para este servicio virtual no llega ni al 1% de lo administrado por EsSalud. Sin embargo, se espera que con el DL N° 1490 este fondo se amplíe.

 

Esfuerzos del sector privado

 

Diversas clínicas también se han sumado a implementar este este servicio para sus pacientes. El año pasado, la red privada de clínicas SANNA inició el proyecto “Dr. Online” para la atención a través de médicos generales que brindaban orientación médica. Y, ante la emergencia nacional, han impulsado la atención en toda su red de clínicas.

 

“Contamos con más de 60 médicos de más de 15 especialidades. Nuestro objetivo es que se puedan combinar y prestar citas presenciales y vía telemedicina. Por ello, iniciamos atendiendo a pacientes crónicos y posteriormente ampliamos la atención a aquellos que por las restricciones no podían acceder a una consulta médica presencial”, menciona el gerente general de SANNA, Gianfranco Salinas.

 

Añade que se han realizado diversos avances que están permitiendo el desarrollo de la telemedicina como los cambios en la legislación. Asimismo, las clínicas se han adaptado realizando mejoras tecnológicas para implementar rápidamente este servicio, y existe un gran interés y buena disposición de los médicos y pacientes para acceder a ella. En ese sentido, Salinas proyecta que la telemedicina abarque, por lo menos, el 25% de las consultas ambulatorias en sus clínicas hacia fines de año. Además, quieren ampliar este servicio en provincias.

 

De igual manera, la clínica Auna desde principios de este año ya realizaba atenciones virtuales y el contexto de la pandemia aceleró la implementación del proyecto Telemedicina Auna. El cual ofrece atención médica, toma de pruebas a domicilio, delivery de medicamentos y seguimiento de la historia clínica. “Hemos realizado ya más de 9.363 consultas de telemedicina en lo que va del año a pacientes de todo el Perú sobre especialidades como oncología médica, medicina interna, endocrinología, gastroenterología, hematología, paliativos y dolor, cardiología, urología general y oncológica y pediatría”, señala el gerente central de personas de Auna, Carlos Navarro.

 

Sostiene que uno de sus desafíos es alcanzar la escalabilidad a largo plazo, implementar automatizaciones eficientes en los procesos administrativos y ofrecer una experiencia de usuario pensada por y para el paciente digital.

 

Retos por superar

 

Una de las principales virtudes de la telemedicina es que puede resultar positiva para las poblaciones rurales del Perú, donde existe poca cobertura. Sin embargo, el médico y docente de ESAN, Guillermo Alva, afirma que esta todavía no está preparada para patologías más complejas y no todo se puede hacer a través de este servicio. “La relación médico-paciente también es única”, asegura.

 

Para el especialista, si bien la telemedicina en nuestro país ya tiene varios años, aún no funciona en todo su potencial. Hay otros aspectos que deben desarrollarse mejor como la plataforma sobre la cual se puede atender a los pacientes y una mayor capacidad de banda ancha para las zonas rurales y alejadas. A ello se deben agregar aspectos como la incorporación de la firma digital, la historia clínica electrónica y el saber quién controla la información y dónde se almacena, entre otros.

 

La directora general de Telesalud, Referencia y Urgencias del Minsa, Liliana Ma, refiere que también es importante la modernización de la infraestructura tecnológica de los establecimientos de salud, la adopción de la telemedicina por parte del personal y la inclusión de este servicio en el currículo de las facultades de medicina humana y de ciencias de la salud. Incluso, afirma, que es elemental garantizar la seguridad de los datos de los usuarios y que estos puedan confiar en el uso de estas herramientas digitales. A ello se suma la urgencia de reconocer la prestación de telemedicina en todas sus modalidades por las aseguradoras públicas y privadas.

 

Por su parte, el CEO de VU Security, Sebastián Stranieri, menciona que con el tiempo la población puede incorporar este servicio como una práctica más, pero es importante un período de adaptación y de capacitación para brindar los servicios de la forma más adecuada. “El Perú necesita acompañar la transformación digital con una nueva cultura tecnológica. En primer lugar, incentivando el uso y aprendizaje de las TIC en la población y, segundo, apoyándose en el talento local para implementar innovaciones. El trabajo del Gobierno, los organismos públicos y las empresas privadas es fundamental. El país cuenta con todas las capacidades para llevar a cabo esta transformación, la cual debe ser pensada y ejecutada como una apuesta a largo plazo”, anota Stranieri.

 

En tanto, el doctor Alva, de ESAN, recalca que el problema no es el dinero, sino la gestión; y que el Gobierno debe trabajar de la mano con el sector privado para mejorar los servicios médicos en medio de la crisis. “Esta pandemia por lo menos estará dos años con nosotros. El virus ha venido a quedarse indefinidamente y hasta que tengamos una vacuna y llegue al Perú calculo que trascurrirán dos años. En ese tiempo no podemos estar solo como bomberos, hay que empezar a tomar las decisiones de gestión a nivel de las autoridades y saber escuchar”, exhortó.