Logros del primer año del Patronato Barrio Seguro
El Patronato Barrio Seguro, institución conformada por empresas del sector privado, se suma a las acciones del Estado en el Programa multisectorial Barrio Seguro, puesto en marcha por el Ministerio del Interior (Mininter) para combatir la violencia en nuestro país. El cual cumplió un año, el pasado 6 de febrero, desde su instalación oficial en la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
“El Patronato Barrio Seguro tiene por finalidad promover acciones de apoyo social, educación inclusiva y desarrollo, para contribuir al fortalecimiento de la seguridad ciudadana, focalizado en zonas vulnerables de nuestro país. Con ello procurar mejorar la calidad de vida de los jóvenes, para darles herramientas competitivas académicas y fortalecimiento socio emocional”, explica su presidenta Gladys Andrich.
Este programa se inició con siete barrios: Tiwinza, Sarita Colonia y Villa Señor de los Milagros, en el Callao; Las Lomas, en Carabayllo; Huáscar, en San Juan de Lurigancho; Barrios Altos y Lince. Andrich señala que pese a la larga crisis sanitaria que venimos atravesando, los 15 jóvenes que fueron becados el año pasado continúan sus estudios de manera virtual, adaptándose a la nueva realidad.
“Tuvimos que coordinar con todas las instituciones educativas que nos apoyaron en esta primera etapa, como el Instituto de Emprendedores, de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL); Cibertec; Senati; y el Instituto de Administración y Negocios (ICAM), de la CCL; para empezar a trabajar gradualmente en la inducción y capacitación de las plataformas digitales, apoyando a los jóvenes becarios”, precisa.
El apoyo tecnológico
En ese sentido, el vicepresidente del Patronato Barrio Seguro, Roberto De La Tore, manifiesta que tuvieron que apoyar a estos jóvenes brindándoles las herramientas para que continúen con sus estudios pese a las circunstancias.
“Como son jóvenes provenientes de zonas vulnerables no contaban con internet y equipos. Tuvimos que conseguir donaciones de computadoras, aunque de segundo uso, pero en buen estado, y se les habilitó internet móvil para que trabajen. Por ello, esperamos que sigan sumándose más benefactores”, destaca y agrega que, adicionalmente, algunos casos se complicaron por sus bajos recursos y condiciones familiares por la COVID-19.
En esa línea, Gladys Andrich comenta que el Patronato está con rendimientos destacados, pues el 74,6% de los becarios lograron un rango de notas entre 16 y 18. Refiere, además, que se cuenta con un Club de Lectura, un convenio con la Biblioteca Nacional.
El equipo top de Barrio Seguro
La presidenta del Patronato afirma que los buenos resultados en este primer año piloto se lograron porque se cuenta con un gran equipo de tutoría y orientación profesional (TOP) que realiza el seguimiento de los becarios. “Este equipo está formado por tres coordinadores académicos, el equipo coaching integrado por ocho coaches, y también se cuenta con asesoría psicológica”, sostiene.
Por su parte, De La Tore indica que este equipo TOP les brinda a los jóvenes un acompañamiento integral y realiza con ellos un trabajo mucho más profundo.
De otro lado, Gladys Andrich apunta que debido a que el programa 2020 cierra un primer periodo con muy buenos resultados académicos y de resiliencia frente a situaciones tan sensibles que se están viviendo, el Patronato Barrio Seguro recibió el premio de ASIS International Community Service Award 2020. Este es un reconocimiento al servicio a la comunidad que valora la labor e iniciativa del sector privado en coordinación con el Estado, a través de la educación en zonas vulnerables.
¿Qué se viene el 2021?
Para este año, el Patronato llegará a diez barrios de Lima y Callao. Hasta el momento se integrará La Perla, Comas, San Juan de Lurigancho y Villa el Salvador. Además, se encuentra en proceso de postulación la Clase 2021, que ya vienen pasando sus evaluaciones para esta nueva convocatoria.
De igual manera, ya se perfila el nuevo grupo de 10 becarios que empezarán a estudiar en marzo en las mismas instituciones. “Seguimos trabajando. La educación transforma realidades”, asegura Gladys Andrich.