Líneas de productos de exportación afectados por la crisis

En el mes de marzo del presente año, la situación se complicó para el comercio exterior peruano. Ello, debido a que los estragos que dejó la pandemia de la COVID-19 siguen vigentes y también porque nuevos problemas surgieron.

 

En ese sentido, el tema del aumento de los precios de los fletes sigue latente y golpeando fuerte a todos los sectores económicos. Se trata de un problema transversal para toda industria y que no tiene una fecha específica para una solución.

 

La mayor tarifa de los fletes se registra de manera continua desde los primeros meses del 2021 (con algunas excepciones en rutas), debido a la deslocalización de contenedores y a los cierres de algunos puertos en China (la fábrica del mundo), que se reportó en medio de la reactivación económica mundial.

 

Esto generó que, según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), se duplicaran los costos de transporte de importación de insumos industriales y, por ende, elevaran los precios de alimentos importados.

 

Diversas organizaciones de productores de frutas y hortalizas de todo el mundo han realizado un llamado a las autoridades públicas nacionales y regionales, así como a los organismos multilaterales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre otros, para que respondan con urgencia ante las actuales y significativas alzas de los costos logísticos, además de los insumos, tales como fertilizantes, materiales para embalaje y energía, que están poniendo en peligro la viabilidad económica de la industria de productos frescos a nivel mundial.

 

Hay que tener en cuenta que el tema no es menor. El sector de alimentos a nivel mundial ha experimentado un aumento de los costos en múltiples áreas, entre ellas: entre 150% y 400% de alza en los precios de los contenedores; un 20% en el transporte por camiones, y hasta un 80% en el transporte aéreo. Asimismo, están enfrentando incrementos de hasta 100% en los costos de los fertilizantes y abonos; además de un alza en los precios de los palés de madera.

 

A ello se le suma el tema de la guerra entre Ucrania y Rusia, conflicto que está generando consecuencias perjudiciales para el comercio internacional. Esta guerra se suma a las tensiones preexistentes en el mercado energético (en particular el del gas); y es que el grado de dependencia de la energía rusa es muy fuerte. Por ejemplo, en el caso del carbón, Rusia es el tercer productor mundial de este producto, con 430 millones de toneladas producidas al año. La Unión Europea (UE) importa al año 44 millones de toneladas de carbón ruso (cerca del 10% del total), más de dos tercios de esa cantidad en forma de carbón térmico para producir electricidad.

 

Otro ejemplo es el petróleo y sus derivados, Rusia fue el segundo mayor productor mundial de crudo, con 10,5 millones de barriles por día (mbd) en 2021. Además, es el primer exportador a nivel global. La UE es su principal cliente, con importaciones por 2,8 mbd en 2021. En derivados, la UE es particularmente vulnerable en diésel, nafta y fuel oil.

 

Y, por último, tenemos el gas. Rusia fue, tras Estados Unidos, el segundo productor mundial de gas, con 762 miles de millones de metros cúbicos (bcm) en 2021, y es poseedor de las mayores reservas mundiales.

 

En este caso, la UE es también enormemente dependiente del gas ruso: importa unos 155 bcm anuales, que suponen el 45% de sus compras de gas y el 40% de su consumo. El gas ruso es difícil de sustituir porque el 80% de las importaciones llegan por gasoducto y porque la capacidad excedentaria mundial es reducida.

 

Y para poner la cereza al pastel, debido al rebrote de la COVID-19, en China tuvieron que hacer rigurosas cuarentenas paralizando así las ciudades más importantes en términos económicos del gigante asiático, ocasionando cuellos de botella en los puertos, ralentizando así el comercio mundial.

 

Debido a estas cuarentenas, según datos de Pekín, la producción de la industria china cayó casi un 3% en el pasado mes de abril. Las ventas al por menor se vieron aún más afectadas, cayendo un 11% en comparación con abril de 2021.

 

En el puerto de Shanghái, considerado el más grande en movimiento de contenedores del mundo, a mediados de abril, había un total de 506 buques esperando atracar, cifra que para finales del mismo mes se redujo a 412. Al día de hoy esa cifra se redujo a 130 buques.

 

Sin embargo, los efectos de esta situación están teniendo efectos directos en los volúmenes de exportación, los cuales, según los expertos, habría descendido en un 40%.

 

 

Las consecuencias en el Perú

El Perú no es ajeno a estos problemas, los cuales vienen afectando nuestro comercio internacional, varios de los principales sectores de exportación vienen siendo afectados, al igual que sus principales líneas de productos.

 

El sector minero es el más perjudicado con el tema de la paralización de la industria China por lo que varias líneas de productos han reducido de manera considerable sus envíos al exterior:

 

  1. Minerales de cobre y sus concentrados: Es la principal línea de producto afectada, llegando a caer 48% en volumen y 50% en valor en el mes de marzo.
  2. Minerales de zinc y sus concentrados: Es otra línea de productos gravemente afectada, cayendo 77% en volumen y 69% en valor.
  3. Minerales de plomo y sus concentrados: También sintieron los estragos de lo que viene sucediendo en el mundo y sus exportaciones retrocedieron en 45% en volumen y 27% en valor.
  4. Minerales de molibdeno y sus concentrados: Otra línea afectada por la crisis. Cayó 61% en volumen y 48% en valor.
  5. Minerales de oro y sus concentrados: Sus envíos cayeron 53% en volumen y 51% en valor.

 

El sector agropecuario es otro sector económico golpeado por el alza de los fletes y de los fertilizantes conllevando a que varias líneas de productos retrocedan en sus volúmenes exportados:

  1. Cebollas y chalotes, frescos o refrigerados: Es un claro ejemplo de cómo ha afectado al sector agrícola la crisis internacional. Los envíos de este producto disminuyeron 37% en volumen y 38% en valor.
  2. Bananas tipo cavendish valery: Se trata de otra línea de productos afectada. Sus envíos cayeron 10% en volumen y 10% en valor.
  3. Mandarinas (incluidas las tangerinas y satsumas): Las exportaciones cayeron 28% en volumen y 34% en valor.

 

El sector pesquero también fue afectado por el por el alza de los fletes repercutiendo en algunas líneas de productos tales como:

  1. Pota congelada: En el marzo del presente año, esta línea de producto cayó 23% en volumen y 11% en valor.
  2. Pota conservada: Es otra línea de productos gravemente afectada. Sus envíos cayeron 50% en volumen y 40% en valor.
  3. Jureles congelados: También sintieron los estragos de lo que viene sucediendo en el mundo. Sus exportaciones retrocedieron 70% en volumen y 71% en valor.
  4. Caballas congeladas. Fue una de las líneas de productos más golpeadas en este sector llegando a caer 93% en volumen y 91% en valor.