Karla Horna: La felicidad del empresario e impacto país
Sí es posible ser feliz aun en el escenario más desafiante, hostil e incierto. La vida está compuesta por ciclos llenos de tempestades, con altas y bajas, lo cual forma parte del desarrollo personal y de la misma evolución de la humanidad.
La clave del éxito radica en aceptar que la vida tiene hechos positivos y también mucho aprendizaje.
Sea con dolor o sufrimiento, resulta ser bendición porque debe implicar un cambio positivo en nosotros mismos, en la forma de ver la vida y en la forma de hacer negocios. La actitud frente al desafío determinará nuestra felicidad y sobrevivencia.
Renzo Reyes: Ecosistema de innovación peruano, ¿cómo vamos?
Nancy Matos: Emprendimiento, ¿adónde vamos Perú?
Karla Horna: Nuevas luces del ecosistema emprendedor peruano
Todo cambio o “golpe de la vida” literalmente nos despierta a una realidad que muchas veces no somos conscientes o no valoramos, porque estamos en la plácida zona de confort o vivimos en piloto automático.
Debemos aceptar estos ciclos para poder adaptarnos de manera inteligente y estratégica enfrentando al desafío según nuestros talentos, virtudes y sueños.
Inclusive, muchas veces debemos estar dispuestos a reinventarnos o renacer, lo cual implica “una muerte” de mi YO ANTERIOR para forjar una versión más elevada o sublime de mi NUEVO YO.
Cada persona define qué es felicidad de manera objetiva, racional y con base en su escala de valores. Luego, toma la decisión personal y valiente de ser feliz haciendo una estrategia. La felicidad está compuesta por momentos únicos e irrepetibles de la vida.
Todos nosotros tenemos el PODER de hacer o crear felicidad sin importar las circunstancias porque LA FELICIDAD RADICA EN NOSOTROS MISMOS, en el amor interno y adaptabilidad a las circunstancias. Asimismo, la felicidad debe ser compartida para que sea auténtica y sana, generando un efecto multiplicador valioso.
Cultura de felicidad
Empresarios y emprendedores son líderes en acción, cuyas decisiones impactan en la vida de otros seres. Implementar o potenciar una CULTURA DE FELICIDAD en las organizaciones resulta una herramienta vital de ÉXITO, más aún en periodos de crisis.
Todo nace de una decisión y estrategia para ejecutarla, teoría y práctica en sinergia con metas claras. Es así que empresarios, colaboradores, clientes y toda la cadena de valor se EMPODERA para ser felices, prósperos y resilentes. Empresas felices son más rentables, aportan valor al país con crecimiento moral y económico.
“La felicidad es hacer felices a los demás (François Lelord)”. Esta frase contiene el VALOR DE SERVICIO implícito en los empresarios y emprendedores en los bienes o servicios que ofrecen al público como ACTO DE AMOR. Bienvenidos desafíos: SER Y DAR AUTÉNTICA FELICIDAD.