Jorge Carrillo: “La inflación es el impuesto más caro para los pobres”
¿Cómo afecta a las personas y empresas la volatilidad del dólar en estos 100 días de Gobierno?
El dólar, lamentablemente, sí afectó muchísimo al bolsillo. Hay que tener en cuenta que esta moneda empezó a subir por la coyuntura política desde que salieron los resultados de encuestas de la segunda vuelta.
En ese momento batieron récords históricos en 20 jornadas. Hasta la quincena de abril estaba en S/ 3,75 y comenzó a subir hasta llegar a un récord de S/ 4,138 el 6 de octubre.
Luego empezó a bajar con el cambio de gabinete y fue cuando llegó a S/ 3,92, pero ante las contradicciones y cuestionamientos que ha tenido el Gobierno el dólar nuevamente ha retornado a los niveles de los S/ 4.
Esta situación del tipo de cambio afecta definitivamente a las personas que tienen deudas u obligaciones en dólares, no solo con los bancos, sino en el tema del pago de alquileres de viviendas y locales comerciales.
Además, nosotros en el país consumimos muchos productos importados como medicinas, celulares, autopartes o electrodomésticos.
Asimismo, compramos productos locales que tienen insumos importados como, por ejemplo, el maíz que se requiere para poder alimentar a los pollos. Igual es el caso del trigo, que es el insumo principal de los fideos, galletas, el pan, la harina, entre otros.
¿Cuáles son las proyecciones al respecto?
De cierta forma el mercado ya asumió que este Gobierno va tener contradicciones y va generar incertidumbre. Por ello, salvo que haya un hecho bastante radical o particular, creo que el dólar se va mantener en alrededor de S/ 4 a S/ 4,05.
Puede ir subiendo, pero muy poco, salvo que haya temas como un cierre del Congreso, vacancia o negación de la confianza, los cuales podrían generar un disparo mucho más de lo normal.
¿Qué consecuencias nos trae el aumento de la inflación?
La inflación es el impuesto más caro para los pobres porque hace que la gente tenga menos posibilidad de compra y, lamentablemente, con octubre ya van cinco meses consecutivos que superamos el rango meta del Banco Central de Reserva (BCR) que es entre 1% y 3%, cerrando en más de 6%.
Esta coyuntura inflacionaria se da por tres factores, el primero el internacional, que puede explicar el 40% de la inflación en el país, ya que muchas de las materias primas a nivel internacional han subido.
Por otro lado, tienes al tipo de cambio, que explica entre el 30% y 40%. El tercer tema es el precio de los fletes. Antes traer un contenedor de China te costaba US$ 3.000, ahora está bordeando US$ 15.000.
Lo que vemos hacia futuro, por lo menos a nivel de precios internacionales, es que se estabilicen de cierta forma y empiecen a bajar los productos por la sobredemanda y reactivación económica y, si el tipo de cambio empieza a descender por una mayor estabilidad y credibilidad del Gobierno, puede que esto también colabore para que la inflación no sea tan grande.
¿Cómo impactará en la población el alza de impuestos? ¿Es una medida acertada?
En lo absoluto. No es una medida acertada. Primero, porque no es el momento ya que estamos en plena reactivación económica donde se espera que la gente consuma más, las empresas produzcan y vendan más y se contrate a mayor personal. Aumentarle más a la gente no es lo adecuado en esta coyuntura.
Segundo, cuando suben impuestos uno espera que estos sean bien utilizados y, lamentablemente, la credibilidad del Gobierno no está en la mejor posición para justificar una subida de impuestos y garantizar que estos se vayan a usar eficientemente.
Además, este año la recaudación será mucho mejor que años anteriores por el tema de los metales. Por ello, en este momento no se justifica esta alza de impuestos porque no se tienen gastos urgentes que cubrir, solo los tradicionales.
¿Cómo afecta el alza de las tasas de interés a las empresas y qué alternativas tienen para financiarse?
El aumento de las tasas de interés tiene que ver con dos cosas. Primero, la mayor incertidumbre que genera más riesgo y eso hace que los bancos sean más cautelosos porque hay más peligro de que las empresas puedan quebrar.
Pero, también tiene que ver con las medidas que está tomando el BCR para controlar la inflación, que es el incremento de las tasas de referencia que ha pasado de 0,25% a 1,5%.
Pero, todavía se está por debajo de los niveles prepandemia de 2,25% y la intención es regresar a esa cifra.
El encaje también ha subido. Antes los bancos tenían que guardar el 4% de lo que captan al momento de prestar dinero, ahora es el 5% con una tendencia a seguir subiendo progresivamente. Esta situación está restringiendo la liquidez de los bancos. Sin embargo, las empresas tienen más herramientas que utilizar como el capital propio.
¿Cómo ve la agenda implementada por el Gobierno para las mypes?
Lamentablemente, a nivel de mypes no se ha visto mucho por no decir nada. No hay una medida concreta que este Gobierno haya implementado en estos 100 días para mejorarlas.
Lo único que veo es que se tiene cierta intención de ayudarlas con la activación de las mesas de trabajo en algunos sectores.
Además, se ha planteado que a través de las compras del Estado se compre más a las mypes y también hay una intención de mejorar el sistema tributario de estas empresas. Eso creo que sí es, de alguna manera, positivo.
Hay que tener en cuenta que, si bien las mypes no generan mucho PBI, emplean al 70% de la población.
Por ello, el plan debería ir enfocado en mejorar su competitividad, que sean más profesionales, incentivarlas a que se formalicen, darles capacitación y programas de crédito barato tipo FAE Mype, pero mucho más potente.