1

Jazmín Cahuas: “Cuando amas lo que haces, todo es posible”

A Jazmín Cahuas siempre le apasionó la fotografía y el arte. “Salí del colegio, estudié administración y trabajé en otro rubro sentada en la silla de una oficina por 10 años. Pero durante ese tiempo intuía que ese trabajo no era lo mío, no fue sino hasta que me enteré que sería mamá que mi vida dio un giro de 180 grados”, cuenta.

Así, tomaba clases de fotografía después del trabajo, estudió con importantes fotógrafos y pudo continuar sus estudios en el extranjero. Desde entonces se dedica a “este maravilloso mundo”. Principalmente retrata a niños, embarazadas y familias. Tiene un estudio fotográfico en la ciudad de Arequipa y, eventualmente, programa fechas para sesiones en Lima. Justamente el establecer su estudio fotográfico fuera de su ciudad natal y dar a conocer su trabajo fue su gran desafío. Jazmín poco a poco fue haciéndose conocida por recomendaciones.

Otro de los retos que tuvo que asumir hace un año y medio fue volver a ser madre, pues aclara que es una etapa muy intensa. “Creo que había olvidado todo lo que demandaba tener un hijo pequeño. No es fácil conjugar mi vida familiar con la profesional. Las mamás emprendedoras sabemos lo difícil que es asumir estos roles, pero cuando amas lo que haces, todo es posible”, asegura.

Por ello, quiere ser un ejemplo para sus hijos, un pilar para que ellos descubran que si su mamá lo hizo posible, ellos también pueden lograr todo lo que se propongan.

Jazmín se considera amante del arte, la música, el dibujo, la pintura y la cerámica. “Me divierte darme tiempo para pasar un momento artístico con mis hijos. Pintamos, cantamos, hacemos muñecos de cerámica. Además, el piano y el violín acompañan nuestras actividades familiares”, refiere.

Uno de sus proyectos a corto plazo es implementar un estudio fotográfico en Lima. Según indica, tiene varios clientes y amigos que desean realizarse sesiones en la capital. Su intención es implementarlas durante el verano.

Por otro lado, Jazmín considera importante hablar de equidad de género porque se introduce un principio ético y de justicia en la igualdad. “Nosotras estamos dando grandes pasos pero aún queda mucho por hacer. Todas

podemos hacer algo desde donde nos estamos, empezando en casa educando a nuestros hijos e hijas con respeto y equidad de género, mostrando solidaridad con las mujeres que sufren discriminación y participando activamente en  proyectos de empoderamiento femenino”, enfatiza.