Javier Butrón: “Empresas optimizan su cartera de productos ante la crisis logística”

¿El sector electrodoméstico se recuperaría este año?

Durante el periodo de pandemia, nuestro sector ha tenido un crecimiento basado en la preferencia del consumidor, el mismo que ha buscado mejorar su calidad de vida estando en casa, sea trabajando desde remoto o clases virtuales. Eso ha llevado a que inviertan en ciertos productos, especialmente asociados a educación, conectividad, conservación y cocción de alimentos e higiene (lavado).

 

Este efecto nos va a permitir para fin de año superar los niveles prepandemia. Esperamos llegar a los S/ 7.000 millones. Se trata de un resultado que va en línea a lo registrado en el 2020, cuando la demanda también fue muy favorable y se alcanzó una facturación de S/ 6.000 millones.

 

 

¿El retorno a la presencialidad y aumento de aforos significará para el sector mayores ventas en campaña navideña?

Esta campaña es la más importante del año para el sector. Si bien la velocidad de crecimiento ha sido menor en el primer semestre del 2021 respecto del 2020, estimamos que tendrá un avance de 3% a 4% para el periodo navideño.

 

El aumento de aforo ciertamente aporta una parte del crecimiento del sector, pero también tienen relevancia las ventas generadas por internet, las cuales han mostrado un desarrollo notable, pues actualmente ya representan el 35% del total comercializado.

 

¿Qué productos demandarán más los peruanos en esta Navidad? 

 

En estas fechas, todos los productos tienen alta demanda. Sin embargo, los de mayor preferencia serán televisores, aparatos de refrigeración, lavado, seguido de cocción y audio. Para el caso de pequeños electrodomésticos, la relevancia también es alta en términos de unidades, mas no en valores, pues siguen teniendo un precio promedio menor.  Dicho esto, nuestro consumidor estaría gastando entre S/1.000 a S/1.300 en artefactos grandes, y S/300 en combinaciones de artefactos pequeños.

 

¿De qué manera la crisis global de contenedores  está afectando al sector electrodomésticos?

 

Este es un factor que afecta principalmente al suministro oportuno de productos. Si bien ya a estas fechas estamos cercanos a un nivel adecuado, en general, habrá algunas categorías que estarán con bajo suministro, sobre todo los productos con componentes electrónicos y que necesitan los chips para su funcionamiento, pero que hoy registran escasez.

 

Hay que tomar en cuenta que la crisis logística ha hecho que se incrementen los costos de los fletes donde un contenedor proveniente de Asia puede valer hasta US$ 15.000. Igualmente, hay poca disponibilidad de contenedores y barcos de manera simultánea, lo que afecta la capacidad de suministro a nuestro mercado.

 

 

¿Ello tendrá un impacto en el precio final de los aparatos electrodomésticos? 

 

El sector ha procurado mantener precios competitivos y adecuados a las preferencias del consumidor. No hay un grupo de productos que en especial tendría mayores cambios (en precios). El efecto mayor está generado por los costos de fletes y el tipo de cambio.

 

 

¿Qué soluciones al respecto buscan las empresas comercializadoras?

 

Se han buscado opciones de suministro de origen alternativo, entre ellas identificar fábricas que no estén ubicadas en centros industriales con problemas críticos logísticos. Asimismo, las empresas han optado por optimizar sus portafolios de productos, privilegiando aquellos modelos que representan alta preferencia para el consumidor.

 

¿Cuál es su opinión sobre el uso del Etiquetado de Eficiencia Energética en aparatos electrodomésticos? 

 

Nos parece una norma muy adecuada, pues ayuda a las marcas que tienen objetivos relacionados con el cuidado del medioambiente y la sustentabilidad. Además, permite a los operadores formales comunicar mejores beneficios al consumidor.

 

Como gremio, seguimos participando con las autoridades respectivas desde el primer momento que se implementó esta reglamentación.

 

¿Cómo ha favorecido a las empresas del sector?

 

Si bien el cumplimiento de la norma ha significado asumir algunos costos, los beneficios al consumidor, al medioambiente y al país son largamente mayores. No obstante, esta normativa debe mantener una estabilidad de los valores de medición relacionadas a las categorías de eficiencia energética, a fin de poder analizar a lo largo de los años un mejor consumo energético de los artefactos.

 

En base a ello, se pueden buscar elevar los niveles de eficiencia energética a futuro, en periodos relevantes que incorporen las características de nuestro mercado en términos de tiempos de suministro, comercialización e innovaciones tecnológicas.