Importaciones de Estados Unidos favorecerán al agro
Los productos peruanos del sector Agro No Tradicional tienen una importante presencia en el mercado internacional, donde los Estados Unidos destaca como nuestro principal país de destino. Desde el 2013 a octubre de este año, se puede comprobar que los montos exportados de estos productos han registrado un comportamiento positivo y de crecimiento constante.
Ante esta realidad, es necesario analizar las proyecciones de las importaciones del sector Agro No Tradicional de los Estados Unidos para el 2020. Para tal efecto, se utilizó el informe “Perspectivas para el comercio agrícola de los Estados Unidos” del Departamento de Agricultura de ese país, documento publicado en noviembre de 2019. Según dicha información, para el año fiscal 2020 las exportaciones de los Estados Unidos alcanzarían los US$ 139 billones, mientras que las importaciones sumarían US$ 132 billones, lo que indicaría un incremento del 3,53% respecto del año 2019. Este resultado se explicaría por el mayor ingreso de frutas frescas y productos derivados de los granos.
La proyección del crecimiento del PBI per cápita estadounidense prevé un crecimiento de 1,6% para el 2019 año y de 1,3% para este año. A pesar del generalizado sentimiento positivo de los consumidores en dicho país, como la baja tasa de desempleo y el aumento de los salarios; hay factores que determinarían frenos al crecimiento de dicho consumo, tales como la incertidumbre causada por las tensiones comerciales entre los Estados Unidos y China, el brexit y la ralentización del crecimiento del comercio y las inversiones a nivel mundial.
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La proyección del crecimiento de las importaciones, como se mencionara líneas arriba, se explica parcialmente al hecho que se prevé un aumento en las importaciones de frutas frescas y de productos derivados de los granos, los cuales compensarían la disminución de las importaciones de ganado en pie, productos lácteos y de caucho. De esa manera, se proyecta que las importaciones de frutas frescas de Estados Unidos alcancen los US$ 15 billones, principalmente por el aumento de los embarques de paltas, arándanos y melones, la mayor parte proveniente de México.
Por otro lado, las proyecciones de importación para las frutas procesadas y las cervezas de malta se incrementarán en US$ 200 millones.
Debido a problemas climatológicos durante la temporada de cosecha de las remolachas azucareras, se espera una reducción dramática de la producción doméstica de azúcar; por ello, el pronóstico de importaciones de azúcar y productos tropicales para el 2020 asciende a los US$ 23,4 billones, dentro de los cuales se incluye un incremento de las importaciones de productos del cacao hasta los US$ 4,9 billones y de productos del café hasta los US$ 6,2 billones. A nivel de regiones, el informe indica que las zonas de donde provendrán mayores volúmenes de productos importados serán Europa y el propio continente americano. Así, se espera que haya un aumento de las importaciones de los productos de tabaco, carnes de aves, productos de semillas oleaginosas, ganado y productos cárnicos.
Desde América se proyecta un incremento de la demanda de paltas, arándanos y melones, principalmente desde México. Sin embargo, también se ha estimado el incremento de embarques de Sudamérica, principalmente desde Perú y Colombia.
De igual manera, de acuerdo con los datos señalados, el país del norte se prepara para recibir un aumento en la importación de productos del sector agro, hecho que debe ser aprovechado por nuestros exportadores.
En ese sentido, se analizó uno de los productos con mayor potencial hacia ese país: las uvas frescas. Ello conforme al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) en su informe “La uva peruana: Una oportunidad en el Mercado Mundial”, publicado por la Dirección General de Políticas Agrarias (DGPA) en marzo de 2019.
Las condiciones climatológicas y de suelo del país (suelo seco en la costa, temperaturas que oscilan entre los 14° y 30° centígrados y presencia solar durante al menos 12 horas al día) favorecen a la producción de uvas en buena parte del año. Si bien la costa presenta un suelo seco, este cultivo depende altamente de las obras de irrigación, pues hasta el momento han sido suficientes para permitir el desarrollo adecuado del cultivo. Así, el cultivo de las vides puede madurar hasta un 55% más rápido que en países vecinos, según el Informe Anual de Frutos Frescos Perecibles del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicado en noviembre de 2019.
Sin embargo, uno de los puntos en contra de nuestra producción de uvas frescas es los costos logísticos dado que incrementan significativamente los costos totales para la comercialización. De acuerdo con un informe del Banco Mundial (BM) –encargado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) de 2016– se observa que Piura, segunda región de mayor producción, tiene costos logísticos de transporte hacia Paita que inciden en un 32,1% sobre el valor del producto, mientras que en Ica, los costos logísticos de transporte hacia el Callao ascienden a 33,8%.
También el informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos muestra que el cultivo de uvas es el segundo más caro, después de los arándanos. La inversión inicial es aproximadamente de US$ 40.000 por hectárea, monto que no incluye el costo de la adquisición de las tierras. Un 30% del costo de producción corresponde a la preparación de los terrenos de cultivo y el sistema de irrigación. Un 25% corresponde a la instalación de las estructuras sobre las cuales se apoyarán las vides (uvas) y 14% para las vides propiamente. Resulta un costo elevado para un pequeño productor; no obstante, esto se compensa con la producción de variedades de uvas de mayor valor.
Además, la ventana de producción de las uvas en el país es casi todo el año, teniendo sus picos entre los meses de noviembre a abril, lo que permite llegar a los mercados extranjeros durante épocas en que el precio es más competitivo.
Las variedades que se producen para exportación son Superior (White Seedless), Sugarone (sin pepa y ligeramente dulce), Thompson Seedless (muy jugosa y la más demandada a nivel mundial), Flame Seedless (sin pepa, dulce y resultado de cruce de uvas) y Red Globe (con pepa, bayas grandes y redondas).
Cabe precisar que la producción nacional de uvas en el 2018 totalizó 639.000 toneladas, donde el consumo doméstico ascendió a 39%; es decir unas 247.000 toneladas fueron destinadas al consumo directo, a la elaboración de pisco y pasas. En tanto, para la exportación se destinaron 387.000 toneladas de las cuales 124.000 (32%) fueron enviadas a Estados Unidos, 77.000 toneladas a Holanda (20%) y 42.000 toneladas a Hong Kong (11%).
Hacia el año 2020, se espera que los envíos de uvas frescas al mercado estadounidense superen las 132.000 toneladas, dada la proyección de la producción para la campaña agrícola 2019-2020, producción cercana a las 648.000 toneladas.
Como puede apreciarse, hay datos favorables para las exportaciones peruanas hacia el país del norte, particularmente los referidos a la producción de uvas. Luego del análisis, resultaría ser un negocio rentable, siempre que nuestros exportadores aprovechen las ventanas de colocación de los productos, con valores elevados en los mercados internacionales.