1

Hernán Lanzara: “Estamos ante una severa crisis de ausencia de valores”

El Perú vive constantemente una coyuntura en la cual la corrupción tiene un papel gravitante. ¿Cuáles considera que son las causas principales de la corrupción y por qué se encuentra tan presente en nuestra cultura?

Según los recientes sondeos realizados en el país, un mayoritario sector de la ciudadanía señala a la corrupción como uno de los principales problemas del Perú, apenas superado por la inseguridad ciudadana. Y también se destaca, por primera vez, cómo esta lacra social afecta directamente la vida cotidiana, con un impacto negativo en la economía familiar, reduciendo las oportunidades de obtener empleo, afectando la calidad de los servicios públicos, generando mayor pobreza, consolidando la desigualdad social en el país y afectando el desarrollo económico.

 

Y no podría ser de otra manera, cuando se estima en más de S/ 24.000 millones las pérdidas por corrupción en el ejercicio 2021, lo que afectó directamente a casi 10 millones de peruanos.

 

Según la Encuesta Nacional de Hogares 2022 del INEI, las instituciones en las que menos confía la sociedad son los partidos políticos, con un 92,7%. Le siguen el Congreso de la República, con 89,9%, y en tercer puesto se ubican los gobiernos regionales, con un 80,5%. ¿Por qué cree que los representantes de la población tienen tan poca confianza?

 

Efectivamente, las innumerables denuncias y los procesos sobre actos de corrupción en los que han incurrido autoridades y funcionarios de distinto nivel, principalmente a lo largo de la última década (al 2021 se registraron más de 52.000 casos en investigación), han hecho perder la confianza en los políticos.

 

Según una reciente encuesta de Proética, un 32% de los encuestados señala que la corrupción ha generado una pérdida de confianza en los políticos; un 29% afirma que reduce su confianza en el Estado; y un 17%, en la política en general. Esto es muy grave, porque dinamita, como efecto colateral, la institucionalidad en el país. Otra razón importante es que los partidos y agrupaciones políticas no han hecho un trabajo eficaz para garantizar a la población un comportamiento ético en sus partidarios que llegan a ocupar cargos en el Ejecutivo, Legislativo y gobiernos regionales y locales. Diariamente nos enfrentamos a fallas de gestión, bajos niveles de transparencia y acceso a la información pública, débil liderazgo en integridad y alta tolerancia hacia prácticas indebidas.

 

¿Considera que los actos de microcorrupción, como las coimas a los policías de tránsito, el pago por los cupos para atención médica o la falsificación de firmas que algunos hijos hacen en los colegios, son igual de importantes de corregir como los millonarios escándalos de corrupción de grandes empresas o del Estado?

Absolutamente. En nuestra sociedad, y me refiero a todo el país, existe una amplia tolerancia a estas conductas y actos considerados mínimos, que muchas veces son calificados de “viveza criolla” y son celebrados por familiares y amigos, como el saltarse las colas, viajar sin pagar pasaje o no pedir factura para evitar el pago del IGV. Esta conducta, que se gesta en el hogar y luego trasciende a la escuela y otros espacios, resquebraja la cimentación de los valores en los niños, futuros ciudadanos.

 

Es así como hay un 12% de peruanos que señala que ha entregado alguna coima, regalo o propina en los últimos doce meses. Este porcentaje significa dos millones de peruanos y, como ya señalaste en una pregunta, lamentablemente, la Policía es una de las receptoras de estas dádivas. ¿Qué aducen estas personas? Que si uno no paga, no funciona y, también, que así se evitan una sanción mayor.

 

Otra cifra que revelan los estudios es que un 19% de los encuestados afirma haber solicitado un favor para conseguir un trabajo o facilitar un trámite en el sector público, vale decir, tres millones de peruanos.

 

El problema de la corrupción en el Perú entonces es parte de la cultura. ¿Cuáles serían las medidas más efectivas para mejorar esta situación?

Es parte de la cultura, dices bien; y la gran mayoría de las personas, cuando son preguntadas, identifica que las coimas o que un funcionario o autoridad beneficie a los que lo apoyaron en campaña como actos de corrupción. Es interesante conocer que cuatro de cada cinco peruanos considera que los peruanos somos corruptos, pero solo uno de cada 10 considera que sus amigos o familiares lo sean, y solo el 6% se considera a sí mismo como persona corrupta.

 

Dicho esto, ¿qué medidas deben tomarse para generar un cambio y adoptar una cultura de integridad a todo nivel en el país? Pues hay que realizar un trabajo en diferentes frentes, como reforzar los conceptos contenidos en el currículo con participación de los padres o apoderados; implementar sistemas y oficinas de integridad a nivel de los gobiernos nacional, regional y local; implementar estándares de integridad en contrataciones, entre otros.

 

En realidad, estamos ante una severa crisis de ausencia de valores, pues existe una gran insensibilidad, deshonestidad y falta de respeto hacia nosotros mismos, hacia la sociedad y hacia las instituciones.

 

¿Qué hace la Comisión de la Integridad y Lucha Anticorrupción para fomentar los valores éticos en el comercio?

Venimos promoviendo el establecimiento de mecanismos de control y aseguramiento de un desempeño ético e íntegro; la adopción de códigos de conducta y declaración jurada de intereses; y la implementación de modelos de prevención o cumplimiento. Estamos poniendo el mayor énfasis en las medianas y pequeñas empresas, ya que estos mecanismos no solo deben implementarse en las grandes empresas, sino que todas deben asumir el compromiso de adoptar una conducta empresarial ajustada a las normas legales y a los valores del ejercicio ético de su actividad. No hay excepciones ni excusas.

 

Próximamente desarrollaremos un taller dirigido a las pymes sobre como prevenir la corrupción en sus organizaciones. Asimismo, estamos trabajando en un Semillero para futuros funcionarios públicos, dirigido a los mejores estudiantes de los últimos años de formación profesional. Este es parte de nuestro aporte para generar una cultura de integridad.