Guillermo Quintana: Las microfranquicias reactivarán la economía

Siendo conscientes de que la economía latinoamericana ha sido bastante golpeada por la pandemia y amenaza con llevar a la pobreza a 29 millones de personas. Cepal advierte que 18 millones de personas perderán su empleo, lo que elevará el número de desempleados a 44 millones en la región. Se prevé que en Perú 1,2 millones de menores de edad han sido atrapados por la pobreza en 2020.

 

La pobreza monetaria en niños y adolescentes peruanos se estima que aumentó de 26,9% en 2019 a 39,9% en 2020 por la COVID-19.

 

Por ello, es necesario un modelo y herramientas que puedan ayudar a los ciudadanos latinoamericanos a recuperar y reactivar su economía con mayor velocidad y a repotenciar a los negocios que se han visto obligados a reducir sus costos al máximo por la ruptura de la cadena de pago.

 

Microfranquicias

 

El modelo de microfranquicia, calza perfectamente para esta situación, pues permite emprender micronegocios de bajo costo, promoviendo la asociatividad y el autoempleo con el uso de marcas en común, y con emprendimientos estandarizados y formalizados.

 

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) viene considerando, desde hace años anteriores, a la microfranquicia como una de las mejores herramientas contra la pobreza. Asimismo, este bondadoso modelo ayuda a que los negocios que continúan operando en la informalidad, migren al ámbito formal, siempre que sean capacitados adecuadamente.

 

Ya que las microfranquicias trabajan de la mano con los microcréditos, la ocasión será ideal para que las pymes aprovechen los productos financieros de reactivación económica que vienen brindando los diversos gobiernos para capitalizarse y seguir flotando económicamente en plena crisis de pandemia de la COVID-19.

 

El modelo financiero de los montos de inversión de una microfranquicia oscila entre los US$ 1.000 y US$ 30.000, mientras que su implementación se da entre los US$ 5.000 y US$ $25.000, con un tiempo de recupero de inversión promedio de 14 meses.

 

La microfranquicia dinamiza las economías locales, donde cada microempresario, dueño de su microempresa, genera un fuerte impacto en el desarrollo económico.

 

Incluso, promueve el efecto multiplicador, creando nuevos negocios, y es una herramienta de organización y formalización para las microempresas, ya que aporta conocimiento y procesos desde cómo desarrollar el servicio hasta el modo de brindar el servicio al cliente final.

 

Por lo tanto, que sean las microfranquicias el modelo de éxito de reactivación económica y expansión de los emprendedores peruanos y que nos permitan reflotar nuestra economía como país próspero nuevamente.

 

Para mayor información y/o asesoría, no dude en comunicarse con el Centro de Desarrollo Empresarial de Franquicias de la CCL al siguiente correo: [email protected].