Experiencia china y las ZEE
La reciente visita oficial del Perú a la República Popular China ha tenido un importante éxito para fortalecer las relaciones comerciales, económicas y de inversiones con ese país. Desde que se logró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con el gigante asiático en el 2010, nuestras exportaciones que eran de apenas US$ 4 100 millones, se han multiplicado por cerca de 6 veces y hoy alcanzan los US$ 23 200 millones, mientras que el número de empresas peruanas que envíen sus productos y servicios a ese país aumentaron de 439 a 653.
Además, China es el principal socio comercial del Perú con una inversión que se estima en US$ 13 000 millones que comprende la ejecución de 32 proyectos, entre el megapuerto de Chancay que nos convertirá en el hub logístico del mercado Sudamericano dada su ubicación geográfica.
Por ello, una de las principales conclusiones del viaje de trabajo fueron las zonas económicas especiales (ZEE) como mecanismo clave en el desarrollo económico de China. La visita a Shenzhen y al parque industrial permitieron a la presidenta de la República, Dina Boluarte y los ministros de Estado, constatar que las ZEE son espacios que constituyen una herramienta fundamental para atraer la inversión privada.
Esperamos que el proyecto de ley de ZEE que promueve el comercio exterior que se discute en el Congreso de la República sea lo suficientemente atractiva y competitiva para las inversiones extranjeras y nacionales, que tendrán que comprometerse en generar empleo si quieren ser usuarias.
Hay que considerar que competimos con otros países de la región que tienen ZEE muy bien desarrolladas y exitosas como son República Dominicana y Costa Rica. Es importante tomar en cuenta esto, si queremos atraer las inversiones de esa región de Asia, caso contrario, se irán a otros países.
La participación de los gremios empresariales de los diversos sectores en la misión oficial ha sido importante porque permite reflejar hacia el exterior una visión conjunta entre los sectores público y privados, así como explicar a los empresarios chinos las oportunidades de negocios que hay en el Perú.
Otro punto importante del viaje de trabajo fue la firma del Memorándum de Entendimiento para la conformación del Consejo Empresarial Peruano Chino, instancia netamente privada, que permitirá alcanzar al gobierno recomendaciones para fortalecer la integración económica y comercial entre ambos países y también mantener una estrecha vigilancia en aspectos que puedan afectar el comercio bilateral.
Estas misiones oficiales público – privada son buenas prácticas que deben replicarse porque son una oportunidad de aprendizaje para ambos sectores. En el caso del Gobierno, observar las experiencias positivas para crear las condiciones para un crecimiento sostenido y el rol del Estado como facilitador de la inversión privada que genere los puestos de trabajo que requieren los peruanos.
La visita ha permitido posicionar al Perú en una situación expectante. Nos toca no perder la oportunidad que nos pone en ventaja sobre nuestros países vecinos. Se espera lograr una agenda mínima de trabajo público – privada para concretar los potenciales identificados, incrementar nuestras exportaciones con valor agregado a China, que no sólo sean 653 empresas que exporten productos a ese país, sino que se multipliquen y, por último, lograr un mayor flujo de inversiones para la creación de puestos de trabajo y el desarrollo socioeconómico del Perú.
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