El PBI primario crecería más de 5% en 2021 y 2022

El PBI primario incluye a los sectores agropecuario, pesca, minería e hidrocarburos y la manufactura de procesamiento de recursos primarios. Son sectores que se dedican a la extracción y transformación de los recursos naturales.

 

En los últimos cinco años todas estas actividades en conjunto han aportado el 22,8% del PBI total con un crecimiento promedio anual, entre los años 2015 y 2019, de 4,3%, excluyendo el 2020 por ser un año atípico.

 

Además de ser un sector clave en la recuperación económica, el PBI primario genera empleo, aporta ingresos tributarios y divisas por las exportaciones generadas.

 

De acuerdo a su estructura porcentual, la mayor participación en el PBI primario pertenece al sector de minería e hidrocarburos, que en promedio representa el 59,3%. Le siguen el sector agropecuario, con 23,8%; la manufactura de procesamiento de recursos primarios, con 15%; y la pesca, con 1,9%.

 

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El sector agropecuario 

El sector agropecuario es la segunda actividad, después del sector servicios, que mayor empleo genera en el país y la primera en el área rural.

 

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el trimestre abril-mayo-junio 2021 se estima que 4’508.100 personas trabajan en dicho sector, lo que representa el 26,8% del empleo nacional, tanto formal como informal.

 

La población ocupada respecto a similar periodo del 2020 disminuyó en 1,1%, pero fue superior en 20,5% respecto al 2019.

 

Estos resultados solo se han registrado en la actividad agropecuaria debido a que durante el 2020 fue el sector que más empleo generó, mayormente en el interior del país e informalmente.

 

Es por esto por lo que durante el segundo trimestre 2020, el periodo más severo de la crisis, la tasa de desempleo urbana llegaba a un tope de 12,7% mientras que en el ámbito rural era de apenas 1,2%.

 

A medida que la economía se fue reactivando, el resto de los sectores empiezan a reabsorber la mano de obra, siendo el sector agropecuario el único que ha reducido sus niveles de empleo respecto al 2020.

 

Según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), el 85,9% de los asalariados formales privados en el sector agropecuario se encuentran en empresas de más de 100 trabajadores.

 

De ellos, el 62% son hombres, el 42,6% gana entre S/ 1.000 y S/2.000 y el 38% se encuentra entre los 30 y 45 años. En cuanto al crecimiento, el PBI agropecuario creció 4% anual entre 2015 y 2019, y 1,3% en el 2020.

 

Entretanto, entre enero y agosto del 2021, el PBI del sector creció en 1,8%. Al cierre 2021 se proyecta un crecimiento de 0,7%, mientras que para el 2022 alcanzaría el 3,5%.

 

El sector pesquero

 

El sector pesca es el de menor aporte al PBI (por debajo del 2%) y generó 84.400 puestos de trabajo durante el trimestre abril-mayo-junio del 2021. Si bien se observa una recuperación respecto a los niveles del 2020, el número de ocupados aún se encuentra en 13,4%, cifra por debajo de similar periodo del 2019.

 

Entre los años 2015 y 2019, el sector pesca registró un importante crecimiento promedio anual de 5,9%, mientras que en el 2020 el aumento fue de 2,3%.

Asimismo, en los primeros ocho meses del año acumuló una expansión de 12,3% y se estima que para el cierre del 2021 el crecimiento llegaría al 8,9% y en el 2022 a 4,2%.

 

 

Minería e Hidrocarburos

 

El sector minero es, después del sector pesca, el que menores puestos de trabajo demanda. Son 196.400 los trabajadores formales e informales dedicados al sector, con un incremento de 19,2% respecto al 2019.

 

Sin embargo, su mayor aporte está en el comercio exterior en donde sus exportaciones representan alrededor del 65% de las exportaciones totales.

 

Respecto al empleo formal privado del sector, según datos del MTPE, el 78,6% de los trabajadores se encuentran empleados en empresas de más de 100 trabajadores, el 87% son hombres, el 57% gana por encima de los S/ 3.000 y el 52,7% se encuentra entre 30 y 45 años.

 

Entre los años 2015 y 2019 el sector creció a una tasa de 5,3% anual, pero con dos fases totalmente distintas.

 

En 2015 y 2016, con tasas de 9,5% y 16,3%, respectivamente; para luego caer en un estancamiento en 2018 (-1,5%) y 2019 (-0,1%). En lo que va del 2021, el sector creció en 12% favorecido por los mayores precios de cobre (27,2%) y zinc (24,3%) registrados entre enero y octubre del presente año.

 

Las perspectivas de la economía mundial convierten a este sector en uno de los motores que debería liderar el crecimiento el próximo año. Para el 2021 y 2022 se proyecta un crecimiento de 9,7% y 6,1%, respectivamente.

 

Manufactura primaria

 

Entre 2015 y 2019, la manufactura primaria tuvo un crecimiento promedio anual de 1,1% y entre enero y agosto del presente año ha experimentado una expansión de 10,7%.

 

Los rubros más importantes que mayor crecimiento registraron dentro de este sector durante el presente año son harina y aceite de pescado (37,3%), refinación de petróleo (10,2%) y, en menor medida, refinación de metales no ferrosos (3%) y productos cárnicos (0,7%).

 

En el caso de empleo no se dispone cifras desagregadas entre manufactura primaria y no primaria.

Perspectivas del PBI primario

 

El PBI primario se vio afectado por la crisis durante el 2020, cayendo en 7,8% explicado por la caída de la minería e hidrocarburos (-13,2%), a pesar del crecimiento en los sectores agropecuario (1,3%) y pesca (2,3%) y la reducida contracción de la manufactura primaria (-2%).

 

No obstante, para el 2021 y 2022 se proyecta un crecimiento del PBI primario de 6,7% y 5,4%, respectivamente, señaló el IEDEP.

 

Cabe señalar que el desempeño del sector toma mayor relevancia si consideramos que la proyección del PBI global para el 2022 es de 3,1%.

 

Si bien el PBI primario aporta poco más del 20% del PBI total es importante garantizar su recuperación económica por los vasos comunicantes con otros sectores que permitirían mejorar las bajas proyecciones de crecimiento para el próximo año.

 

Se necesita de una mayor producción minera y de hidrocarburos, la cual es mayormente financiada con capitales privados y extranjeros.

 

Es por tanto responsabilidad del Gobierno revertir las expectativas empresariales que se encuentran en el tramo pesimista desde hace varios meses y reducir todos los elementos que elevan el riesgo político y el riesgo país.