El futuro de las Mipymes

El aislamiento social obligatorio y la paralización de todas las actividades decretados a raíz de la llegada de la pandemia del coronavirus, han provocado una severa crisis sanitaria y económica que, en el caso de esta última, ha tenido un mayor impacto en las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), no solo de nuestro país sino también a nivel global.

 

Responsables de más del 99% de la actividad empresarial en América Latina, así como generadoras del 60% de los empleos, las Mipymes no han podido asimilar un golpe tan duro como el recibido: parálisis abrupta de sus operaciones, sin producción, sin ventas, con mercados nacionales e internacionales cerrados y con la necesidad urgente de mantener su fuerza laboral.

 

Frente a ello, las primeras medidas, en el caso peruano, se centraron en el otorgamiento de créditos bajo el programa Reactiva Perú. En paralelo, entidades multilaterales como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) anunciaron líneas de apoyo por USD 1.600 millones.

 

Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la importancia de apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas en la región responde al hecho que, de los 2,7 millones de negocios que quebrarían en 127 países por la pandemia, 2,65 millones serían Mipymes.

 

Por tanto, reactivar la economía supone impulsar cuanto antes la recuperación de este sector, cuyo futuro pasa, como en ningún caso quizá, por la necesidad de innovarse, de integrase productivamente, de encontrar nuevos nichos de mercado y generar nuevas demandas.

 

La propia Cepal ya alertó que el decrecimiento de la economía latinoamericana con el consiguiente aumento de pobreza repercutirá directamente en las micro, pequeñas y medianas empresas, cuya demanda de productos y servicios se ve afectada por este contexto. En ese sentido, recomienda analizar el modelo de negocios que deberán desarrollar en el futuro.

 

La Cámara de Comercio de Lima analizó durante la XVI Expo Pyme, realizada la semana pasada, la nueva realidad bajo la cual este sector empresarial debe repensar su futuro. La principal conclusión fue que se requiere de nuevos negocios para que recuperen su dinamismo.

 

Así, la tarea de apoyar a este amplio y diverso sector empresarial no pasa solo por brindarle acceso a créditos, sino también –y quizá esto sea lo más importante– a programas que les permitan reinventarse y capacitarse en nuevas tecnologías pues, sin duda, la digitalización será ahora mucho más importante.

 

Requieren, además, de apoyo para internacionalizarse y para ser más competitivas.

 

La actual coyuntura es también una oportunidad para promover la formalización de muchas de estas empresas que comenzaron como emprendimientos personales o familiares y que, poco a poco, fueron creciendo hasta convertirse en negocios importantes, pero que se mantienen al margen de la legalidad.

 

El acceso al crédito en programas como Reactiva Perú puede ser un mecanismo para lograr avanzar en la formalización, pues obligadas por las circunstancias, dichas empresas pueden comenzar a trabajar en la formalidad.

 

En suma, se trata de una tarea retadora en la que, con la participación responsable del Estado, las Mipymes tendrán un futuro más que prometedor, con lo cual nuestra economía podría recuperarse mucho más rápido de lo esperado.