Desaceleración de Estados Unidos y China afecta al Perú

Estados Unidos y China explican alrededor del 42% del PBI mundial y el desempeño de ambas economías es determinante para la performance de los demás países del mundo. El gigante asiático es el principal socio comercial de 144 países, entre ellos Perú.

 

En un informe reciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las proyecciones de crecimiento de ambas economías para el 2022 respecto a las anunciadas en octubre del año pasado. En el caso de EE.UU., las estimaciones pasaron de 5,2% a 4%; mientras que, para China, el pronóstico de crecimiento pasó de 5,6% a 4,8%.

 

Ambas economías líderes contribuyen al mundo a través de su participación en el comercio internacional y los flujos de capitales. Por ello, una mayor desaceleración de dichas economías podría afectar las proyecciones de crecimiento, que en el caso del PBI peruano es de 3,1% para el presente año.

 

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Las estimaciones del IEDEP señalan que, de dicha tasa de crecimiento, 0,8 puntos porcentuales corresponden al aporte de las exportaciones, que en su mayoría son destinadas a ambos mercados.

 

Hay que recordar que China es el principal mercado de destino de las exportaciones tradicionales peruanas, mientras que EE.UU. lo es de nuestras exportaciones no tradicionales.

 

Asimismo, se han dado varios años durante el súper ciclo de precios de commodities en donde la inversión privada crecía a tasas de dos dígitos y que coincidían con un crecimiento de China cercano al 10%.

 

Por eso es importante hacer un seguimiento de la evolución y las decisiones de política que tomen dichos países, pues repercutirán en el desempeño macroeconómico de nuestra economía.

 

Estados Unidos

Por el lado del sector real, Estados Unidos alcanzó un aumento del PBI de 5,7% y del consumo privado de 7,9% durante el 2021. Respecto al producto, se indica que es la mayor tasa registrada desde 1984 y, respecto al consumo de los hogares, este vino acompañado de un mayor empleo y un exceso de demanda en el mercado laboral que aún se mantiene.

 

Sin embargo, su principal problema es la inflación, que en 2021 llegó al 7%, la tasa más elevada desde 1982. Para este resultado se han conjugado los estímulos monetarios, los mayores precios de las materias primas y de los costos de transporte.

 

Esto ha llevado a que la Reserva Federal (FED) anuncie que en marzo subiría su tasa de referencia, la cual se encuentra entre 0% y 0,25% y que, según la autoridad monetaria, no tendría por qué perjudicar la dinámica del empleo.

 

Pero lo que aquí nos interesa es saber cómo afectará esta decisión al Perú. Un aumento en la tasa de interés de la FED puede provocar un incremento en la tasa de referencia peruana, sobre todo si los ciclos económicos y la inflación vienen evolucionando de manera similar.

 

Y, en la actual coyuntura, estos parecen coincidir, por lo que se esperaría en los próximos meses nuevos incrementos en la tasa de referencia y el consiguiente aumento de tasas de interés y el encarecimiento del costo del crédito a empresas.

 

 

China

La economía china logró un crecimiento de 8,1% en 2021 impulsado por su comercio exterior y producción industrial. Sin embargo, hay factores que juegan en contra del desempeño de la economía asiática.

 

Su política de “Cero Covid” obliga a un arduo aislamiento, controles masivos y confinamientos generalizados que incluye un cierre de fronteras.

 

Si bien estas medidas le permiten mantener al mínimo la tasa de contagios de la COVID-19, implican un alto costo económico y social, perjudica las cadenas de suministro mundiales y el crecimiento económico, tal como lo ha señalado el FMI.

 

El otro factor que va en contra de su crecimiento es la crisis aparentemente controlada en el sector inmobiliario, que se inició con la caída y rescate de la inmobiliaria Evergrande y que ha obligado a establecer restricciones crediticias a dicho sector.

 

El Gobierno chino necesita que las tasas de interés en el mundo se mantengan bajas. No obstante, no solo la Reserva Federal de EE.UU. anunció una eventual alza. También el Banco Central Europeo, mientras que el Banco de Inglaterra ya subió su tasa de interés.

 

Ante este panorama, China pide que estos cambios no sean demasiado rápidos, manteniendo el estímulo que no frene el gasto en EE.UU., el principal mercado de destino de sus exportaciones.

 

En un escenario negativo, las mayores tasas de interés reducirían el dinamismo de las exportaciones y el PBI de China, lo que como un efecto dominó afectaría a economías emergentes como la peruana.

 

Riesgos políticos

Hay dos conflictos en el mundo que podrían ahondar los problemas que se han venido describiendo. El primero y más cercano es el conflicto entre Rusia y Ucrania que coloca dos bandos frente a frente, Rusia y China, por un lado; y EE.UU. y la OTAN por el otro.

 

Las consecuencias de un desenlace bélico se reflejarían en un incremento en el precio de la energía que podría conducir a la economía mundial en el peor de los escenarios a una estanflación. Rusia abastece a la tercera parte de la demanda de gas de la Unión Europea y Ucrania es una de las vías de salida del gas ruso.

 

Sin duda, el panorama internacional ha cambiado bastante de octubre del año pasado a la fecha. Los ajustes a la baja en las proyecciones del FMI también han afectado a América Latina, quien en octubre proyectaba un crecimiento de apenas 3% y ahora se ha reducido a 2,4%.

 

Perú tiene la urgencia de crecer para generar más oportunidades de empleo y de emprendimientos, mejorar los ingresos de los hogares, recuperar la clase media, reducir de una manera más ambiciosa la pobreza en el país, alcanzar una mayor recaudación tributaria y poner fin a las propuestas de retiros de CTS, AFP y de transferencias monetarias generalizadas.

 

La diversificación productiva fomentando con beneficios tributarios al sector forestal, acuícola y de pesca y procesamiento de atún será importante en un futuro. Sin embargo, lo que necesitamos son motores que impulsen el crecimiento que nos permita acercarnos a un 5% en el corto plazo.

 

Para ello, se necesita una mayor inversión en infraestructura que mueva sectores productivos y regiones del país. Es por esta vía que se creará el empleo formal que impulse el consumo privado sin castigar el ahorro como ha sucedido el año pasado y se pretende continuar el presente 2022.