Crecimiento responsable

El énfasis que se le dio a la inversión pública y privada, con una cartera de proyectos que supera los S/ 92 000 millones, fue lo más destacable del extenso mensaje presidencial.

En primer lugar, consideramos que la exposición de la relación de proyectos es una señal importante del Gobierno por reactivar la economía. Como lo he mencionado anteriormente, es necesario romper la inercia para recuperar nuestra tasa de crecimiento potencial de 5 %, que se vio afectada por la pandemia, así como por los conflictos sociales y políticos, y retrocedió a 2,6 %.

El Perú necesita retomar esa senda de crecimiento mayor al 5 % anual para tener la capacidad de absorber a los más de 350 000 jóvenes que anualmente ingresan al mercado laboral y también a los que se encuentran desempleados. Esta es la única ruta para generar trabajo y reducir la pobreza, que hoy alcanza al 29 % de los peruanos.

En la última década (2014-2023) la economía peruana creció a un ritmo promedio de 2,1 % por año, tasa muy por debajo del 6,4 % que se obtuvo en la década anterior (2004-2013). La caída en la última década se debe a la inestabilidad política que solo terminó generando más pobreza, la cual aumentó del 23 % al 29 % de la población. Un claro ejemplo es que solo en 2023 la economía registró una tasa de -0,6 % y cerca de 600 000 peruanos (según el INEI) pasaron a ser pobres. Esto no podemos permitirlo.

Con el anunciado shock de inversiones de 28 de julio, es viable que podamos ingresar a un ciclo expansivo del Producto Bruto Interno (PBI), que el Perú necesita, y, con ello, también pueda aumentar la productividad. Ambas son condiciones necesarias para que podamos evaluar la Remuneración Mínima Vital (RMV), que por ahora no existen. Todos queremos que los peruanos ganen más, pero sin análisis técnico ello no es posible, al menos en el corto plazo, como se planteó en el discurso.

Exhortamos al Gobierno a preocuparse por mejorar las condiciones del 71 % de trabajadores que se encuentran en la informalidad y no tanto del 3 % (500 000 personas) que puedan beneficiarse con un aumento de la RMV. Consideramos que no es conveniente generar expectativas de incrementos del sueldo mínimo, sobre todo cuando la mayoría de la masa laboral no tiene empleo de calidad.

Los empresarios somos optimistas frente a estos anuncios de la presidenta de la república, aunque esperamos una decisión política firme para una implementación efectiva y transparente, preservando la disciplina fiscal.

El anuncio de la Zona Especial Económica (ZEE) de Chancay es una iniciativa que atraería grandes inversiones al país, aunque requerimos que el Congreso agilice en la presente legislatura la aprobación de la ley marco que fomente el desarrollo de inversiones en todo el país. El puerto de Chancay por sí mismo no es la “varita mágica” que va a traer el desarrollo al país, sino que el Estado tiene que planificar el crecimiento de la ciudad, vías de acceso, seguridad, entre otras obras de infraestructura necesarias para un funcionamiento óptimo.

A esto se suma la decisión del Gobierno de respaldar el desarrollo del proyecto Tía María, que se convertirá en la locomotora de la inversión de otros proyectos mineros de gran envergadura.

A nivel de las micro, pequeñas y medianas empresas, estas unidades presentan dificultades para acceder a los créditos, por lo que las medidas destinadas al acceso de financiamiento de las mypes son muy esperadas por este importante sector, que representa el 99,2 % del estrato empresarial.

En Educación, en el discurso no se hizo referencia a estrategias educativas y supervisión para mejorar los resultados del país en la prueba PISA en 2025. Aquí se requiere la revalorización de la Educación Secundaria Técnica, y de la Educación Superior Técnica y Tecnológica; así como la formación en educación dual mediante la implementación de un programa nacional.

Desde la CCL consideramos que el Gobierno, en este nuevo año, debe poner mayor énfasis en destrabar las inversiones de grandes proyectos y, con ello, facilitar la actividad productiva en todo el país. Los empresarios estamos dispuestos a mantener el diálogo, proponer y colaborar con el Gobierno, porque su éxito o fracaso beneficiará o perjudicará a todos los peruanos.

 

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