Consumo privado crecería 3,1% en el 2025, pero muestra señales de moderación

Dentro de la gran locomotora de la economía peruana se encuentra el consumo privado, con un tamaño equivalente a más del 60 % del PBI nacional. Su comportamiento marca el pulso del comercio interno, que abarca desde los mercados tradicionales hasta los modernos complejos comerciales. En el 2025, este componente se encuentra en una fase de recuperación cíclica, tras años golpeado por choques internos y externos.

Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), se proyecta que el consumo privado crecerá 3,1 % al cierre del 2025, mostrando una aceleración frente a los dos años anteriores. Esta mejora está sostenida por una combinación de factores: una inflación moderada que ha permitido recuperar parte del poder adquisitivo de los hogares, mayor confianza del consumidor en el primer semestre, y una expansión paulatina del crédito al consumo, impulsado por una reducción de la morosidad y mayor disposición del sistema financiero. Asimismo, sectores como el Comercio Minorista, los Servicios Personales y el Turismo han mostrado un dinamismo notable, empujando el gasto de las familias urbanas.

El consumo privado de los hogares peruanos se ha recuperado en los últimos trimestres (3,8 % en I trimestre del 2025; 4 % y 3,5 % en el IV y III trimestre del 2024, respectivamente), gracias al aumento del empleo formal y al mayor poder adquisitivo de los consumidores. Sin embargo, se prevé un menor impulso en el primer semestre del 2026, debido a un menor crecimiento del empleo formal, sumado a la incertidumbre electoral, que afecta negativamente la confianza empresarial y la disposición de las empresas para invertir.

 

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Recuperación de la clase media

El 2024 fue un año de recuperación de la clase media. Según cálculos del IEDEP, esta alcanzó los 11, 5 millones de personas, lo que representa un 34 % de la población, frente al 33 % registrado el año anterior.  Este crecimiento ha sido fundamental para sostener la expansión del consumo privado en lo que va del 2025. Entre las categorías de mayor participación en el consumo privado se encuentran Alimentos y Bebidas (38 % del gasto familiar), Alojamiento y Servicios del Hogar (13 %), Educación (7,2 %) y Comunicación (7%).

Si bien Lima concentra el 51 % de la clase media nacional, importantes ciudades en provincias se han consolidado como nichos relevantes y estratégicos. En el presente año se habrían incorporado más de 367 000 personas a la clase media, de las cuales un 53 % se ubicaron en ciudades fuera de Lima. Entre ellas destacan, Cusco con una expansión del 23, 7 %; Cajamarca, con 18, 7 %; y Puno, con 11, 6 %.

 

 

 

Por su parte, los programas sociales a favor de los más vulnerables, como el Programa Pensión 65, incrementaron a partir de junio la subvención económica bimestral de S/ 250 a S/ 350. Esta medida, que corresponde al incremento del costo de vida, elevará el consumo de alimentos y productos de cuidado personal entre los más de 820 000 adultos mayores beneficiarios del programa.

 

Crecimiento de la masa salarial y el empleo formal privado

Según Apoyo Consultoría, en el segundo trimestre del 2025, el consumo privado habría crecido 3 % debido al incremento de la masa salarial formal del sector privado, con tasas de 12, 9 % y 6,9 % en marzo y abril, respectivamente. Estas cifras reflejan una mejora en los ingresos de los hogares y una mayor capacidad de consumo.

A su vez, el empleo formal privado está asociado a ingresos estables, acceso al crédito y mayor propensión al consumo. Según datos del BCRP, entre enero y abril de este año, el empleo formal privado creció a un ritmo promedio mensual de 7, 1 %, con un pico de 10, 1 % en marzo. En abril, el crecimiento interanual fue de 5, 4 %, con aumentos en los sectores Agropecuario (8,8%), Pesca (2,6 %), Minería (6,6 %), Manufactura (3,6 %), Construcción y Comercio (7,2 %) y Servicios (4 %).

 

 

Fortalecimiento del consumo privado

En un contexto global marcado por el riesgo de desaceleración del comercio internacional y el aumento de las tensiones geopolíticas, aquellas economías que logran fortalecer el consumo interno se encuentran mejor posicionadas para enfrentar la volatilidad externa.

Para asegurar la sostenibilidad del consumo privado, componente que representa dos tercios del PBI, es indispensable retomar mayores tasas de crecimiento, materializar la inversión privada y pública que mejore la competitividad y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos mediante un control eficaz de la inflación, promoviendo la expansión de la clase media.

La implementación conjunta de estas medidas tendrá un efecto multiplicador sobre la creación de empleo formal y la expansión de la clase media. Así, se logrará consolidar una demanda interna más robusta, sostenible y menos vulnerable a los choques externos.

 

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