1

Conflictos sociales ponen en jaque a la minería peruana

El sector minero es de gran relevancia en el Perú, pues aporta aproximadamente el 10% del PBI de la economía del país. No obstante, en los últimos meses ha sido gravemente golpeado por los numerosos conflictos sociales que han mermado su producción en un contexto mundial de altos precios de los minerales.

 

Como consecuencia de ello, según el reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el tercer mes del año, el sector Minería e Hidrocarburos cayó en 1,21% por el desempeño negativo de la actividad minero metálica.

 

 

Al respecto, el socio de Impuestos de EY Perú, Marcial García, explica que la contracción de este importante sector se debe a los niveles decrecientes de producción de varios de los principales metales debido a la paralización de algunas operaciones importantes que en los últimos meses se ha visto.

 

“Primero fue Cuajone (Moquegua) y luego Las Bambas (Apurímac) que es una de las principales productoras de cobre del país”, precisa. En ese sentido, recuerda que antes los conflictos sociales paralizaban proyectos en gestación, pero desafortunadamente bajo la actual gestión (del presidente Pedro Castillo), estos se están extendiendo y afectando a minas en producción, que es algo que antes no se había visto”, explica.

 

García agrega que que estos conflictos sociales se han convertido en el principal disuasivo de la inversión extranjera. “Tenemos una cartera de 43 proyectos valorizados en US$ 53.000 millones, de los cuales el 70% son cobre, pero la mayoría están paralizados principalmente por los conflictos sociales”, subraya.

 

Debido a esta situación, según el representante de EY Perú, nuestro país ha caído varias posiciones en el ranking del Instituto Fraser que mide el atractivo de los países para la inversión minera. De acuerdo con el estudio, el Perú descendió ocho posiciones y ocupa actualmente el puesto 42 entre 84 países; mientras que, en el 2020, estuvo en la posición 34 y, en el 2019, en el lugar 24 de entre 76 países evaluados.

 

“Sin duda estamos desaprovechando una excelente oportunidad de beneficiarnos debido a que los precios de los minerales están en niveles históricamente altos. El precio del cobre desde hace un buen tiempo está por encima de los US$ 4 la libra”, resalta García.

 

Recaudación histórica

Asimismo, Marcial García, sostuvo que la recaudación del sector minero en el 2021 se triplicó, llegando a niveles récords. En ese sentido destacó que el año pasado esta creció 230% hasta alcanzar los S/ 20.000 millones, que representaron el 16,4% de la recaudación total, convirtiendo de esa manera en el principal contribuyente del país; y que en el primer trimestre hizo lo propio en 92% con respecto al año anterior.

 

“En abril la recaudación en impuesto a la renta (IR) ha crecido 66% por los pagos de regularización de las empresas en general, pero principalmente por las compañías mineras alcanzando otra vez un nivel récord”, subraya.  No obstante ello, advierte que esta recaudación podría caer este año si se siguen paralizando operaciones mineras.

 

Sin proyectos en ejecución

A su vez, el ex viceministro de Minas y catedrático de la Universidad Mayor de San Marcos, Rómulo Mucho, asegura que, debido a la paralización de Las Bambas, mina que produce casi el 2% del cobre a nivel mundial, el Perú dejó de exportar este mineral por aproximadamente US$ 420 millones, y que ello, sin duda, perjudicará la recaudación fiscal porque a menor producción, menores impuestos.

 

Respecto a los proyectos en cartera, Rómulo Mucho sostiene que para este año no hay ninguno que vaya a cristalizarse y que, de los siete que estaban programados para el 2021, solo salieron tres que fueron básicamente ampliaciones.

 

“El escenario que tenemos no es de los mejores porque estamos en una incertidumbre total debido a que las autoridades son competentes ni gozan de la confianza de nadie. Estamos con un desgobierno total”, refiere.

 

Agrega que otro de los efectos de la problemática del sector minero se dará en las exportaciones. Este año, dice, se esperaba superar la cifra del 2021, que sumó más de US$ 56.000 millones, pero esto ahora es muy difícil pues se tenñia previsto el ingreso de operaciones minas como Quellaveco (Moquegua); Mina Justa (Ica) que entraba a full producción; la mina de oro Santa María (Arequipa) y la ampliación de Toromocho (Junín).

 

“Pensábamos que ello podía añadir entre US$ 3.000 millones y US$ 3.500 millones adicionales a la cifra total de exportaciones. Pero, lamentablemente, esto no va a ocurrir por las diferentes paralizaciones que se están dando como la de Cuajone (Moquegua) que se detuvo dos meses”, subraya.

 

Así las cosas, ¿cuál es la tarea urgente del Gobierno de Pedro Castillo para activar el sector y las inversiones? Rómulo Mucho, señala que debe tener un cambio de actitud y de discurso porque hasta el momento está mostrando querer apropiarse de las minas creando primero caos y desorden, inclusive quebrando el modelo.

 

Inversión minera

A su turno, el profesor de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), José Acha, señala que si bien la producción minera a nivel intertrimestral, vale decir, el crecimiento del primer trimestre del 2022 respecto al crecimiento del primer trimestre de 2021, se mantiene constante casi con una tendencia al alza, este crecimiento es demasiado pequeño.

 

“Ello por la indefinición del Gobierno que no sabe a quién apoyar. Hemos incrementado más o menos un 4% de nuestra producción de cobre pudiendo haber subido más o creado un crecimiento mucho más grande de haberse concretado las inversiones de las diferentes empresas que se estiman para el 2021 y 2022, pero la pandemia también juega un papel a considerar”, explica.

 

Precisa que la inversión en el sector minero, no solo se trata de producir, sino de invertir para mayores exploraciones y mayores capacidades productivas. En ese sentido, advierte que que, en cuanto a inversiones, si bien todavía hemos crecido en términos interanuales, solamente se está llegando al nivel que se tenía en julio del año pasado (2021), que fueron niveles plenamente pandémicos.

 

“En consecuencia, en nivel de inversiones, tendríamos que estar creciendo mucho más. Según el boletín minero del Ministerio de Energía y Minas (MEM) tenemos un grado de inversión potencial de US$ 54.000 millones, pero son cuentos de hadas, porque es una inversión potencial que estaría almacenada y que no terminaría de concretarse debido a temas de inseguridad, inestabilidad de las inversiones”, subraya José Acha.

 

El catedrático de la USIL resalta que la inversión minera se realiza a muy largo plazo y tiene entre 35 a 40 de años de maduración. En consecuencia, dice que los inversionistas institucionales extranjeros, por ejemplo, los fondos mutuos, corporativos, los bancos de inversión, tienen que evaluar bien cuáles son los climas sociales que imperan en los centros mundiales de inversión.

 

“Si ven que en el Perú aumenta la inestabilidad política por las razones que fuera, entonces estos bancos de inversión para poder cumplir con sus obligaciones a sus contribuyentes elevan la tasa de descuento y exigen un flujo proyectado de ingresos mucho mayor que podrían exigirse que si tuviéramos el clima calmado”, sostiene al destacar que esta situación trae como consecuencia que el mundo reoriente estos fondos e inversión a otros países como Chile, Canadá y Australia.

 

Si en el Perú no se invierte en explorar, en buscar nuevos yacimientos y tratar de incrementar la producción, de acá a cinco años no solo no vamos a crecer, sino que el resto de productores mundiales va a ocupar ese posicionamiento, van a captar esas inversiones”, puntualiza.

 

Respecto a los riesgos que enfrenta este sector, el profesor de la USIL, señala que estos son básicamente políticos pues no nos falta mineral y contamos con las condiciones profesionales para extraerlo.

 

“El problema se da por la escasa intervención del Gobierno en los conflictos sociales entre empresa y comunidades porque siempre van a existir conflictos sociales, pero acá el Estado no puede estar ausente. Tiene que actuar de mediador y no puede tomar partido por ninguna de las partes. Acá lo que hemos tenido son autoridades gubernamentales empezando por la ex premier Mirtha Vásquez que lo que hizo fue alentar a las comunidades en contra de las empresas mineras”, finaliza.