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Causas y efectos del aumento del precio del trigo y sus derivados

La cotización internacional del trigo viene aumentando desde diciembre del 2020, cuando el precio por tonelada (TM) era de US$ 217,31 hasta llegar, en mayo pasado, a un pico de US$ 297, el nivel más alto desde diciembre de 2012, y que supone un aumento de aproximadamente 36%.

 

Si bien, en junio pasado el precio bajó en torno a los US$ 238 por tonelada, dicha cifra aún es casi 10% mayor al del cierre del 2020.

 

Es importante señalar que antes de diciembre del 2020, la cotización internacional del trigo ya venía en constante aumento, pero a tasas de crecimiento más bajas (en junio del 2020 la tonelada se cotizaba en US$ 169,72, precio aproximadamente 40% menor al de junio de este año).

 

El aumento del precio del trigo de los últimos meses se debió básicamente a la importante demanda registrada a principios de año y a las preocupaciones sobre el estado de los cultivos en regiones como Argentina, Unión Europea y Estados Unidos, así como también al alza del precio del maíz –recordemos que el trigo es sustituto directo para alimentación del ganado– y la soya.

 

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Producción de trigo

 

El trigo es el cereal más utilizado para consumo humano en el mundo, por encima del maíz.

 

Se ubica en el primer lugar en extensión de superficie cosechada y volumen comercializado en el mercado internacional, mientras que, en producción, se ubica en el segundo sitio, solo después del maíz.

 

Según una publicación en el diario El Economista, de México, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) señala que durante el ciclo comercial 2020/2021 (julio del 2020 a junio del 2021) se cosecharán alrededor de 220,2 millones de hectáreas de trigo en el mundo, con una producción estimada de 776,5 millones de toneladas.

 

Estas cifras representarían un incremento en la producción del 1,7%, respecto al ciclo previo, cuando se alcanzaron niveles históricos de producción.

 

Por otra parte, los inventarios mundiales representan 37,5% del consumo y se ubican en 275,5 millones de toneladas, su segundo máximo histórico, sólo después del nivel alcanzado el ciclo previo.

 

Los principales productores de trigo serían la Unión Europea, China e India, con participaciones de 17,5%, 17,3% y 13,9%, respectivamente.

 

En la Unión Europea se prevé que la producción disminuya cerca de 12%, debido a reducciones importantes en la superficie cosechada y en el rendimiento.

 

En China, la producción se mantendría en el mismo nivel del ciclo comercial anterior, mientras que en la India se prevé un incremento del 4%.

 

Se destaca el incremento de 16% en la producción esperada en Rusia, que se convertiría en el cuarto productor a nivel mundial.

 

El consumo mundial del grano se prevé en 774 toneladas métricas, superando en 4,4% el máximo histórico observado durante el ciclo 2019/20, según estimaciones del USDA.

 

El rol del trigo para los humanos

 

El trigo, sin lugar a duda, ha jugado un rol fundamental en la historia humana, puesto que ha sido utilizado por millones de comunidades como alimento.

 

No solamente se emplea como materia prima, en forma de granos, sino que también se consume a través de uno de sus derivados más inmediatos: la harina.

 

Este compuesto se obtiene tras su procesamiento en los molinos, y es empleado en miles de preparaciones, por ejemplo, panes, fideos, masas y productos dietéticos.

 

En el Perú, la cosecha promedio de trigo es de 124.000 hectáreas anuales, y la producción llega a las 193.000 toneladas, siendo uno de los cereales más producidos.

 

Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), el principal departamento que cosecha este cereal es La Libertad, que produce aproximadamente el 32% del total de trigo peruano, seguido de Cajamarca (14%), Cusco (9%), Ancash (6%), Piura (6%) y Ayacucho (6%).

 

El volumen de producción de este cereal en el Perú ha sido casi igual en los últimos de años, por lo que no ha mostrado un crecimiento constante y se ha estancado casi en el mismo volumen año tras año.

 

No obstante, esta cantidad producida a nivel nacional no da abasto a la demanda local, por ello, el Perú importa grandes cantidades de trigo de diferentes países.

 

Llegándose a importar aproximadamente 2 millones de toneladas de trigo anualmente en los últimos cinco años. Los principales países proveedores del Perú son Canadá, Estados Unidos y Argentina.

 

Cabe señalar que un total de 15 empresas peruanas se dedican actualmente a la importación de este cereal, la mayoría de estas empresas importan desde Canadá.

 

Consecuencias del alza del precio

 

El aumento de la cotización del trigo, como explicamos al inicio de este artículo, se debió básicamente a la importante demanda registrada a principios de año, sumado a preocupaciones sobre el estado de los cultivos en regiones como Argentina, Unión Europea y EE. UU., así como también al alza del precio de maíz y la soya.

 

Este incremento, como es lógico, incide sobre el precio de los derivados de trigo en todos los países.

 

En el caso del Perú, es importante señalar que la volatilidad de la cotización del dólar también ha jugado un rol importante en los componentes del valor de las importaciones y el trigo no es la excepción a esta regla.

 

Basta recordar que la moneda estadounidense cerró el 2020 en torno a los S/ 3,60 y en junio rozó los S/ 4, un aumento de más del 10%, lo que quiere decir que al importador peruano le es más caro traer productos al país, pues debe pagarlos en dólares.

 

Es así como el precio local del principal insumo de la industria farinácea, la harina de trigo, pasó de S/ 4,87 por kilogramo en diciembre del 2020 a S/ 5,07 en mayo del 2021, siguiendo la tendencia de la cotización internacional y el aumento de la cotización local del dólar.

 

Productos derivados como los fideos, galletas y productos de panificación también experimentaron alzas en sus precios.

 

Debemos tener presente que, para el Perú, el trigo constituye uno de los principales insumos en la producción de alimentos, pues está destinado principalmente para la panificación y pastelería (68%), galletería (6%) y elaboración de pastas (26%).

 

Dependencia de importaciones

 

Finalmente, es importante señalar que del total de la producción nacional solo se utilizan para molienda alrededor de 10.000 toneladas, lo que nos indica la calidad de trigo que actualmente se oferta al mercado.

 

Esto explica la dependencia de las importaciones que tenemos para la alimentación de la población nacional, respecto de este producto.

 

A nivel internacional se prevé que, al cierre del 2021, si se llegasen a cumplir las previsiones de incremento de la oferta mundial de trigo, se experimentaría una reducción gradual del precio internacional –como la que se registró en junio–.

 

No obstante, el alto precio de los sustitutos –maíz y soya– y la volatilidad del tipo de cambio podrían acotar esta previsión.