Ani De la Quintana: “Pymes deben estar preparadas ante desaceleración económica”

¿Cómo observa el contexto internacional que está afectando a distintas economías?

El contexto actual es complejo puesto que hay una serie de factores que inciden en la inflación de distinta manera, y, por lo tanto, en las economías en general. Por un lado, los efectos del confinamiento por la pandemia y los cuellos de botella en la cadena de abastecimiento que, restringieron el acceso a bienes e insumos, seguirán sintiéndose, pero cada vez menos. Por otro lado, está también el exceso de la demanda.

 

No obstante, estamos viendo cambios en los procesos de generación de inflación por lo que tal vez tengamos una crisis económica más sensible con cambios en el ciclo económico, similar a lo que vemos con el tema de salarios.

 

¿Con estas expectativas, el mundo podría mejorar económicamente al 2023?

El próximo año será un año donde el dólar será aún más fuerte ante la capacidad de recuperación de otros países y regiones. Algunas economías y mercados se beneficiarán más de la caída de la inflación que otros. Por ejemplo, el sudeste asiático será más beneficiado que América Latina o África.

 

La capacidad de reacción del primer grupo atraerá el ingreso de capitales para las industrias, mientras que el segundo grupo será un espacio atractivo por su capacidad de producir materias primas. Además, jugará un rol importante la capacidad de suministrar bienes, según la posición geográfica, hablamos del nearshoring (modelo de externalización de servicios); y si pensamos en las tensiones geopolíticas, el friendshoring (traslado de actividades de producción a países amigos o aliados) jugará también un rol importante.

 

Por otra parte, las economías más golpeadas por la pandemia, que han crecido a consecuencia del rebote económico, pero no de manera sostenida, buscarán endeudamiento, el cual será caro y escaso.

 

¿Qué deben hacer las pymes de América Latina ante dicho escenario?

Como lo mencioné, la inflación continuará acaparando la atención. Muchas economías se estancarán o decrecerán, por lo tanto, las pymes deben estar preparadas para esa realidad. Las empresas que tengan procesos, funciones eficientes y reducción del gasto tendrán más oportunidades que aquellas cuyos procesos son aún pesados o complicados.

 

América Latina no tendrá los problemas tan graves de energía y seguridad alimentaria como, por ejemplo, los países europeos, lo cual da oportunidad a las pymes para que se inserten en las cadenas de suministros de economías más robustas como Estados Unidos.

 

Para 2023, las economías con mayor potencial de crecimiento en América Latina serán México y Brasil; por tanto, las pymes que operen en esos países indudablemente tendrán más oportunidad que las de otros países. Por otro lado, también hay fortalezas en la capacidad de innovación que tienen las pymes en general, en su flexibilidad y en la cercanía con los estadounidenses.

 

Por otra parte, usted participará en la XX EXPO PYME 2022 de la Cámara de Comercio de Lima. ¿Qué temas abordará en su ponencia?

 

En esta edición denominada Del Emprendimiento a la Gestión de Clase Mundial, a realizarse los días 22 y 23 noviembre, mi participación se centrará en la seguridad cibernética, en las proyecciones futuras de hacia dónde van las redes con los riesgos inherentes. También abordaré el entorno mundial, donde la geopolítica ha tomado un papel importante el cual debe ser tomado en cuenta en las matrices de riesgos de las empresas. De igual manera trataré sobre las alineaciones políticas de los países y de sus oportunidades, así como las restricciones en ciertos mercados.

 

Consideramos que las empresas deben monitorear los esfuerzos concertados para desacoplar las cadenas de suministros críticos, que solo se desacelerarán a medida que Estados Unidos y China absorban e interpreten las lecciones del conflicto en Ucrania.

 

En ese sentido, ¿cuál es la dimensión de los ataques cibernéticos a empresas?

 

Para ejemplificar la magnitud del problema, podemos mencionar que solo en 2021 Perú sufrió más de 11.000 millones de intentos de ataques, en un contexto en el que las cifras crecen mes a mes.

 

Ningún sector económico público o privado está libre de convertirse en víctima. No solo roban datos personales y financieros, sino que acceden a datos privados y pueden llegar a pedir rescates, pues la extorsión digital es cada vez más frecuente. El malware en Perú más común son los troyanos bancarios, seguido de la clonación de tarjetas SIM y ramsonware, entre otros.

 

¿Y cómo las pymes pueden acceder a una ciberseguridad adecuada y sostenible?

 

Es imprescindible que todas las empresas, incluidas las pymes. tengan una estrategia de ciberseguridad. Es un mito pensar que no están en la mira de los cibercriminales. De hecho, las empresas con plataformas de comercio electrónico son las más vulnerables. Es aconsejable que tengan un sistema de ciberseguridad que esté correctamente configurado y que sean conscientes sobre sus vulnerabilidades.

 

Desde Control Risks, siempre recomendamos que tengan estrategias preventivas, las cuales implican tener entrenamientos, simulacros, asesoría en las cambiantes regulaciones y gobernanza de datos, así como protocolos de respuesta.

 

La opción por la que muchos optan es la reactiva, es decir, cuando ya sufrieron un ataque nos buscan para la gestión de crisis. De esa manera, atendemos la magnitud del problema para la gestión reputacional y la cooperación con autoridades. Cuidar la reputación de las empresas es imprescindible, pues un ataque cibernético o una crisis de ciberseguridad puede hacer perder la confianza, tanto entre clientes como proveedores.