Alonso Segura: «Urge el Marco Macroeconómico Multianual»

Vamos más de 150 días desde que se inició el estado de emergencia en el Perú por la COVID-19. ¿Cuál es su diagnóstico sobre el accionar del Poder Ejecutivo frente a la pandemia?

Primero, debemos entender que las políticas para tratar de contener la epidemia y las medidas para reactivar la economía van de la mano.

 

Lamentablemente, el Poder Ejecutivo no ha actuado de esa manera e, incluso al comienzo se subordinó la economía a las medidas sanitarias, y después se pasó a privilegiar las (medidas) económicas.

 

Ahora, en el plano económico, se han dictado medidas que no se han diseñado o implementado bien.

 

Si se aspira a tener en país con el nivel de informalidad y con la restricciones que tienen los hogares tanto de capacidad de refrigeración o condiciones de hacinamiento, no se puede pensar en una cuarentena generalizada y muy larga, porque será incumplida; pero se diseñaron las políticas como si fueran para Suiza.

 

Por otro lado, si uno conoce las precariedades de los hogares y la necesidad de salir a generar ingresos día a día, el diseño de la política de transferencia debió ser bastante más sistemática.

 

En la práctica fueron 4 cuatro bonos pero con distintos beneficiarios y todavía no se termina de entregar el bono universal.

 

Ahora en el caso de Reactiva Perú, un buen programa planteado por el Banco Central de Reserva (BCR), solo el 2% de las mypes recibieron apoyo.

 

Mientras, en el caso del mercado laboral, otros países, con el ingreso a la cuarentena, fortalecieron sus mecanismos de apoyo (al mercado laboral); pero en el Perú hubo una negación de qué hubiera problemas en este campo laboral, donde hay un marco excesivamente rígido.

 

¿Qué otros temas están pendientes?

El Perú es uno de los pocos países –con grado de inversión– que no tiene un Marco Macroeconómico Multianual y el último que publicó el Gobierno fue de agosto del año pasado.

 

Esto es irresponsable; porque no tenemos estimados ni proyecciones, y lo que es más grave –porque no es solo un tema de números– ese documento tiene que contener las políticas económicas del Gobierno y que son más urgentes en una situación como la que estamos viviendo.

 

Además, no es para que lo leamos cuatro economistas y comencemos con debates absurdos.

 

Este documento nos dice cuál es nuestra realidad, la capacidad fiscal, la perspectiva económica para este año y para los próximos cuatro años.

 

También tiene que darnos la claridad para impulsar la inversión privada, qué se hará para apoyar a los hogares, si se implementarán mecanismos de mercado laboral.

 

Al final estuvimos a oscuras y hemos seguido así durante toda la pandemia.

 

Cabe precisar que Chile publicó su marco macrofiscal. Luego, actualizó el documento y posteriormente presentó una adenda a la actualización por un pacto de emergencia que hicieron.

 

Colombia también lo publicó dentro de la fecha. Pero el Perú lo suspendió y parece que no lo harán y eso que ya estamos llegando a fines de agosto, fecha en la que se debe presentar el Presupuesto General de la República.

 

Otro tema importante es que el Gobierno ya comenzó a retirar el impulso tributario porque ya pasó la fecha de pago de impuestos y eso implica el retiro de estímulos en plena pandemia para hogares y empresas; y el gasto público a julio cayó con respecto al 2019.

 

El último martes 11 de agosto, el Congreso otorgó el voto de confianza al gabinete Martos. ¿Qué opina del plan económico?

Considero que fue un discurso muy limitado en materia económica.

 

Desde mi óptica, veo difícil que se ejecuten S/ 20.000 millones de inversión pública en el segundo semestre de este año.

 

Nuevamente, no tenemos un Marco Macroecómico Multianual, y las cifras en salud y en economía no muestran un escenario positivo.

 

Así no podemos corregir mucho de lo que traemos de atrás. Estamos en una situación complicada.

 

No es lo mismo tomar una decisión con la economía proyectada en contraerse 15% este año, con dos terceras partes del empleo destruido en Lima, y con el incremento de pobreza.

 

Hoy no se puede tomar una decisión de política sanitaria o económica como si se estuviera partiendo desde cero.

 

El paciente –la economía– está débil y se ha dejado que se debilite más y ahora corresponde pensar en cómo tratar de mejorar la situación dado el contexto actual en el que nos encontramos.

 

En resumen, se nos complica el manejo de la pandemia, y quizá, en promedio serán más los que comienzan a ver mejoras de su situación económica de los que ven que se deteriora, pero no debemos asumir que será una salida rápida.

 

El Gobierno no puede generar falsas expectativas y debe afinar sus medidas de políticas para que la recuperación sea lo más rápida posible dentro de lo lenta que pueda ser.

 

¿Cuál es su apreciación sobre lo ocurrido con el expresidente de la PCM, Pedro Cateriano?

El Congreso de la República fue irresponsable al negar el voto de confianza al expresidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano.

 

Si bien se pudo tener discrepancias con algunas propuestas, no justificaba lo ocurrido. Además, si observamos el récord de propuestas económicas por parte del Parlamento, vemos que son muy peligrosas y hay otras que están discutiendo en estos momentos.

 

Asimismo, se debe tener presente que el sector privado no es el enemigo.

 

Al parecer en el Congreso se tiene esa visión. Ciertamente hay acciones de algunos actores del sector privado que son criticables; pero, el sector privado es el principal generador de empleos.

 

Y lo que se trata es de encontrar el balance para permitir que, de manera responsable, se conduzcan actividades económicas que generan empleo y en una transición dura del gobierno, ajustes o medidas de políticas para paliar la situación en la que ya estamos.