Adolfo Cruz: «Debería destinarse más del 25% del presupuesto a tecnología»

En este contexto, ¿cuáles son las tecnologías más demandadas en las empresas?

 

Hay cinco tecnologías que han venido creciendo. Por ejemplo, el e-commerce ha tenido un aumento exponencial los últimos seis meses. Hemos visto como muchos procesos manuales han sido llevados al ámbito digital y las empresas han empezado a entender el valor de ello.

 

De otro lado, con el big data y el análisis y ciencia de datos se pueden segmentar y entender los comportamientos de los usuarios, de manera tal que puedan hacerse productos a la medida de los diferentes segmentos de la población.

 

La otra tecnología que está muy relacionada es la inteligencia artificial que, a través de programas de computación, permite entender los procesos humanos y recoger data para la toma de decisiones en tiempo real.

 

Una tendencia que ha empezado a tomar fuerza con la implementación de las redes 5G es el internet de las cosas, los diferentes sensores y dispositivos que permiten generar muchos datos y conocer comportamientos específicos, y automatizar procesos de manera inteligente a nivel de ciudades e industrias 4.0.

 

¿Cómo ve el avance en el Perú?

 

En el caso del 5G, una tecnología que aún no está desplegada de manera masiva, muchos países están haciendo pruebas como el Perú. Esto permitirá conectarnos a velocidades hasta 100 veces mayores. Se habla de hasta 100 gigabytes por segundo, cuando hoy uno tiene una velocidad en el teléfono de 10 a 20 megabytes por segundo.

 

Por otro lado, está muy orientada a las empresas. El tiempo de latencia es de un milisegundo. Eso va a hacer posible los autos inteligencias o cirugías complejas ejecutadas por un robot mientras el doctor está de manera remota, entre otras cosas que solo veíamos en películas de ciencia ficción.

 

El despliegue de esta red va a darse de manera importante probablemente en los siguientes 3 años y será un proceso que le tomará al planeta unos 10 años. Los países como el Perú deben arrancar lo antes posible. Los primeros años involucran procesos fuertes de inversión en infraestructura. También hay un componente político que es entender la oportunidad que esto genera y que no es opcional.

 

El big data y blockchain también están influenciando la forma de hacer negocios…

 

Las empresas y los gobiernos son los más llamados al beneficio que esto genera. Hoy hay demasiados datos que nos permiten tener acceso a toda la población, con base en eso se puede entender el comportamiento actual.

 

El big data también se usa mucho en empresas de logística para la automatización y diseño de rutas.

 

En un país tan grande como el Perú, el diseño de rutas óptimas para la entrega de mercadería en ciudades reduciría claramente los costos. Mientras que el blockchain se utiliza en procesos financieros, la gran ventaja es que abarata costos y da alto grado de seguridad. Esto funciona como una cadena de bloques que garantizan esquemas de información.

 

Por ejemplo, en el sistema bancario el blockchain toma la información de la base de datos y la distribuye en miles de usuarios, dependiendo del sistema en donde se ejecuta un movimiento, ese movimiento es validado por esos usuarios, queda un registro en el sistema para cada uno, y si es que se quisiera variar el registro, este se valida contra los miles de usuarios, si dice que no está bien, el registro es erróneo o falso, porque no coincide con los miles que están en la cadena.

 

¿Cómo despegarán estos sistemas en los próximos meses?

 

Seguirán creciendo. Por ejemplo, nosotros en los últimos tres meses hemos visto una explosión en la cantidad de clientes que nos buscan para el desarrollo de proyectos y asesoría en el proceso. Así que no es un tema opcional. Las empresas que  lo vean como tal van a pagar caro su falta de visión en los próximos años.

 

Este tema se acelera con todas las necesidades que se generan a partir de la pandemia. Lo importante es entender cuáles son las necesidades y, a partir de ello, definir una estrategia que se adhiera a la parte tecnológica y a los presupuestos de cada organización. La idea es avanzar porque no hacerlo es retroceder.

 

De hecho, actualmente estamos en la búsqueda del mejor talento peruano especializado en tecnologías como Java, .NET, React Native, entre otros, para proyectos en áreas de inteligencia artificial, internet de las cosas, big data, 5G, etc.

 

¿Cuánto se debería invertir en tecnología?

 

Es muy relativo. Depende mucho del giro de negocio de la empresa, sus procesos, mercados y clientes, no hay una receta o presupuesto único. Empresas que inviertan menos del 10% o 15% en tecnología probablemente van a tener resultados muy bajos.

 

Yo hablaría de que por lo menos los presupuestos anden en el orden del 25% para arriba, y pensar en el futuro, no en las necesidades actuales, porque el cambio nos puede tomar por sorpresa si solo pensamos en el hoy.

 

Entre más grande y compleja es la empresa, más recursos va a necesitar. Incluso, las empresas muy pequeñas con esquemas de negocio sencillos pueden ver beneficios tangibles con poca inversión.